Iba para líder, pero en pleno vuelo, cuando el reloj marcaba el minuto 90, al Real Avilés le cortaron las alas con un polémico gol que aguó la fiesta blanquiazul. El equipo de Chiqui de Paz pudo dejar resuelto el trámite en la primera parte, con ocasiones multiplicadas por dos, y tras el descanso tuvo arrestos para superar la expulsión de Gerardo y adelantarse en el 83 con gol de Naya. Pero justo cuando se iniciaba la cuenta atrás del tiempo de prolongación, una posible falta de Jona a Rebollo, infracción que los gallegos también reclamaron en el tanto avilesino, dio al marroquí Adil la posibilidad de establecer el empate.
Una hora después de finalizar el partido del Suárez Puerta, el Tenerife pinchaba en su campo ante el Real Oviedo, lo que hubiera supuesto, sin el gol de Adil, el liderato para el Real Avilés. En esta circunstancia lo mejor es ver el vaso medio lleno, porque el equipo mantiene sus posiciones y sigue cortejando con los mejores equipos del grupo.
Y el vaso lo seguimos viendo medio lleno porque el equipo avilesino, con sus más y sus menos, volvió a mostrarse suficiente para ganar a un rival que pese a ciertos momentos de aparente inferioridad tenía mucho peligro, sobre todo cuando Jona veía una posibilidad de hacer daño.
La confianza en este equipo hay que mantenerla porque los primeros treinta minutos fueron de dibujo. Casi un calco de lo que se había visto ante el Rayo B, con Miguel causando estragos como delantero de enlace. Las ocasiones se fueron sucediendo, una tras otra, a partir del minuto diez, por la izquierda, por la derecha, por el centro. Ocasiones de todos los colores, que una tras otra se iban fallando.
Geni, en su partido 350 en Segunda B, estuvo tan participativo como siempre pero sin la gracia del remate. Suyas fueron las dos oportunidades más relevantes, pero también Juan Díaz dispuso de las suyas, Miguel, Gerardo... que fue amonestado camino del descanso por simular un penalti que no lo pareció.
El Ourense, arrollado por momentos, tuvo apariciones fugaces en ataque, con Jona siempre de referencia: una salida solvente de Rebollo, un cabezazo con poca potencia y un disparo alto, fue el balance del ariete. Se lo puso en todo momento muy difícil a Jorge Rodríguez y Boris, que contaron de nuevo con una ayuda reseñable, la de Borja Prieto, otra vez a la altura.
Las sensaciones al descanso eran buenas, pero la falta de gol daba pie a las dudas, por el
propio Ourense, por las circunstancias propias de un un partido. Y estas iban a jugar en contra en la reanudación. El equipo gallego salía con mejor actitud, equilibrando las fuerzas por momentos. Lo peor vendría cuando Gerardo levantó el pie en exceso y el colegiado fue inflexible con la segunda tarjeta amarilla.
Maniobras de banquillo
El banquillo avilesino tenía listo el primer cambio, de Naya por Geni, pero la repentina inferioridad numérica retrasó el relevo y modificó la intención. Miguel era el sacrificado pese al nivel de juego que mostró, y el plan del partido sufrió un vuelco a partir de la expulsión de Gerardo.
Luisito, técnico gallego, quiso ir a por el triunfo y tardó menos de lo justo para hacer sus maniobras con gente de banquillo. Pero Chiqui de Paz también buscaba los tres puntos, a pesar de la inferioridad numérica. Además de Naya dispuso a Abraham, dos jugadores de escasa capacidad de sacrificio defensivo. Todo un riesgo.
Con el depósito casi al límite, los centrocampistas, Borja, Juan, Aitor, tuvieron que multiplicar esfuerzos y el capitán, que no estuvo ayer especialmente inspirado, volvió a demostrar todo lo que vale. Recogió escorado un balón suelto tras centro de Abraham, y cuando todos esperaban su remate tuvo la sangre fría suficiente para sortear al portero con un centro sobre la posición de Naya que el nueve cabeceó a la red en boca de gol y en el segundo palo. Con probable falta del delantero a Campillo. El estadio se venía abajo por momentos.
Naya, poco después de firmar su sexto gol, dejaba el campo para el tercer cambio avilesino. De
Paz hizo debutar a Juanín Menéndez para tener más posesión de balón. Otro relevo valiente porque no eran minutos de basura para el canterano en su primera aparición esta temporada. No tuvo opciones de participar y para amargarle el día al chaval, el Ourense puso cerco al campo avilesino. Llegaron los apuros y con ellos el momento del esfuerzo colectivo por defender la victoria. Alguno acabó reventado.
Agobio final
Jona era la referencia del ataque ourensano y finalmente iba a ser el protagonista de la jugada definitiva del partido. Rebollo había despejado echándose al suelo en una llegada del 'nueve', y del córner surgió el empate. Botado en corto, Sanginés la puso desde la derecha hacia el segundo palo, donde Rebollo, empujado por Jona en su intento de remate, dejó suelto un balón que Adil remachó con la puntera en el lado contrario. Jarro de agua fría.
Las protestas locales arreciaron por una falta al portero que parecía clara y que dieron paso a un tiempo añadido que no produjo ninguna novedad. El partido finalizaba con un empate agridulce para un Avilés que tuvo el liderato muy cerca, en sus manos, pero el equipo de Chiqui de Paz continúa metido en el paquete principal del grupo en vísperas del atracón de partidos de rivalidad que quedan para cerrar el año. Esperan el Marino, el Caudal y el Sporting B. Habrá que disfrutarlos.
