El Real Avilés pulverizó al Rayo Vallecano B, que fue víctima de la mejor versión del equipo blanquiazul y que salió hasta bien librado porque el 4-0 final pudo ser mucho más amplio. Borja Prieto, Gerardo, Juan Díaz y Abraham, firmaron los goles de la mañana en un Suárez Puerta que disfrutó como no hacía desde tiempo del juego del equipo avilesino.

La visita del filial rayista había despertado cierto recelo en el cuerpo técnico local, que intuía un rival complicado por su fútbol dinámico. Pero el dinamismo se lo quedó el Avilés, que tardó diez minutos en ponerle las peras al cuarto a un Rayo que quiso asustar con los tres primeros remates del partido. Los tres a puerta, pero sin auténtico marchamo de gol.

Fue a partir de entonces cuando se puso en marcha la maquinaria blanquiazul. Borja Prieto, cada vez más grande como futbolista, y Juan Díaz, el caudillo del equipo, cogieron los mandos y todo se acabó para el Rayo B. Gerardo y Aitor, cada uno a su estilo, se adueñaron de los dos costados, con Miguel dando un recital en el juego de apoyo y Geni por delante apretando a los centrales. Las llegadas al área madrileña eran continuas y era cuestión de tiempo que alguna acabara en la red.

Tras varias opciones frustradas en el último pase, en el minuto 20 asistimos a la mejor jugada del partido. Juan Díaz mandó un balón sobre Miguel, que de primeras habilitó la internada de Álex Cruz. El gaditano, un lateral como la copa de un pino, ganó metros y se la puso a Borja Prieto, que al fin encontraba el premio del gol con un remate cruzado y de muy difícil ejecución con la zurda. Era, por cierto, el primer tanto de la temporada en la portería de Rotonda.


A todo trapo

El gol no calmó las ansias avilesinas, por aquello de ganar alguna vez sin sobresaltos ni apreturas en el Suárez Puerta por no 'matar' los partidos. En esta ocasión nadie sufrió y tras varias ocasiones, rebasada la media hora subía el segundo gol. Juan Díaz trazó un pase sobre la maniobra de Gerardo para que el de Cué encarase escorado a Ismael a quien batió por el primer palo. El técnico del Rayo, Jimeno, fue expulsado por protestar la posición del autor del gol, aunque las imágenes no dejan claro que Gerardo estuviese en fuera de juego.

Tampoco el segundo gol mermó la intensidad y el juego por momentos de tiralíneas del equipo de Chiqui de Paz. Aitor, Miguel o Gerardo, tuvieron una sucesión de ocasiones en el tramo final de la primera parte que no entraron para evitar la masacre rayista.

La primera parte no había podido ser mejor, salvo por la escasez de goles para el fútbol y ocasiones desplegadas por un Avilés encantador y serio a la vez. Y ambicioso, porque la salida del segundo tiempo fue tan buena como lo anterior. Miguel seguía jugando a un nivel superior, sin encontrar el gol, y Juan Díaz ya se acercaba más al área. El capitán no tardó en añadir a su revólver una nueva muesca, la séptima del campeonato: Geni ganó un balón suelto en el área, Ismael se le echó encima y su rechace lo estampó Juan en la red de certero remate con su zurda de oro.

Era el momento de empezar a dar relevos a unos y minutos a otros en el equipo local. Abraham e Ito entraron los primeros en escena, y en el tramo final lo haría Sergio, de nuevo con más pitos que aplausos.

El tercer tanto también motivó un comprensible descenso de ritmo en el juego avilesino, al tiempo que el Rayo B, que también apuró sus cambios, se iba más arriba en busca de su gol y tratar de variar la dinámica del partido. Pese a que lo buscó, no encontró premio. La defensa avilesina mantuvo su nivel de solvencia y Rebollo intervino con seguridad en lanzamientos más allá del área. Y para uno que vio desde más cerca, contó con el poste como aliado para evitar el tanto rayista.

El protagonismo de los minutos finales fue para los hombres de refresco. Abraham e Ito se juntaron para que el canterano forzase tras dejar atrás a los dos centrales un penalti del portero que casi rompe al chaval. La expulsión de Ismael, con los cambios realizados, obligó al delantero Chevi a ponerse bajo palos.

Abraham se la pidió a Juan Díaz y después quiso ceder el honor a Ito, lesionado en el banquillo. Chevi se convirtió en Casillas rechazando el lanzamiento, pero a la segunda, Abraham puso el 4-0.

Se completa el primer tercio de la competición con el Avilés segundo clasificado a un sólo punto del líder Tenerife, y con el Salamanca y el Oviedo a seis puntos... El próximo domingo toca un partido de dificultad añadida con la visita a un Coruxo que está al nivel de los mejores.