Como ocurriera en el Cartagonova, la zurda de Sutil y la cabeza de Cristian García resolvieron el derbi a favor del Real Murcia. Un centro medido del extremo y un cabezazo del argentino sirvieron para lograr la victoria más dulce y necesaria de la temporada. Como en la ida, al Murcia no le hizo falta realizar un gran partido. La fogosidad de la grada, el ímpetu de algunos futbolistas, como Iturra o Amaya, y la calidad de otros bastó para sumar tres puntos que permiten acabar con una de las peores racha en la historia del equipo grana. El conjunto pimentonero se reencontró con la victoria en el mejor momento y ante el mejor rival posible. Un triunfo que sirve para espantar los fantasmas de esta segunda vuelta y dejar al Cartagena con un pie en Segunda División B.

Ante un rival muy apurado, y con mucha presión sobre sus espaldas, el Murcia sólo se sintió como en casa en la segunda mitad. En la primera se olvidó de jugar y, sólo cuando decidió ir a por la victoria, encontró el premio gordo. En cualquier caso, fue un derbi con mayúsculas. La situación de ambos equipos evitó que se viera un partido vistoso, que sin embargo tuvo de todo: jugadas de calidad, expulsiones, goles y nervios, muchos nervios.

Iñaki Alonso decidió revolucionar su equipo desde el inicio. Volvió al 4-5-1, con Cristian García como único punta (Chando ni siquiera fue convocado), recuperó a Emilio para la medular y apostó por Isaac y Sutil en las bandas. Iturra y Cerrajería ponían el músculo, aunque la idea no surtió el efecto deseado. El Cartagena, con el mismo planteamiento, propuso un fútbol más combinativo y en la primera parte le fue mucho mejor.

Por incomprensible que parezca, el equipo más atenazado y con más temor sobre el césped fue el Real Murcia. Las urgencias pesaban más en los granas. Y resulta curioso porque hablamos de un equipo que aventajaba en once puntos a su rival. Un rival en puestos de descenso, con la soga al cuello, mucho más necesitado de puntos, conviene recordar

Pero el Murcia no estuvo cómodo sobre el césped. El gol de Emilio a los seis minutos sirvió para templar los ánimos y jugar con más tranquilidad. Pero fue por poco tiempo. Manu Torres sólo tardó cuatro minutos en igualar el duelo. El tanto del lateral zurdo evidenció los problemas defensivos este equipo. Un cambio de orientación perfecto de Lafuente hacia Collantes descolocó a la defensa. El extremo llegó hasta la línea de fondo, centró con comodidad y el propio Lafuente remató, solo, dentro del área. Alberto salvó el disparo pero su rechace quedó a los pies de Manu Torres, que, también solo, empujó el balón a la red.

El dominio de la pelota, a partir de entonces, fue albinegro. El Murcia se limitó a buscar las contras y a esperar alguna jugada de peligro a balón parado. Poco fútbol y muchos nervios. Sutil tuvo un mano a mano con Juanma pero su disparo se marchó cruzado. Al jienense le faltó ese punto de forma que le hubiera hecho plantarse ante el guardameta en una posición más aventajada.

El descanso le vino mucho mejor al Murcia. Los granas salieron muy enchufados en la segunda parte y en apenas cinco minutos gozó de dos oportunidades claras. Primero, con un contragolpe que condujo bien e Isaac, pero que Cristian García no acertó a finalizar. Después llegó la más clara. Un centro medido de Sutil cayó en las botas de Isaac, que mandó el balón por encima del larguero a solo unos metros de la portería. Los mejores minutos del Murcia coincidieron con la expulsión de Dimas, que dejó a su equipo con uno menos a falta de media hora.

Iñaki Alonso no tardó en mover a su banquillo. Era ahora o nunca. Se la jugó y dio entrada a Pedro y Mario Marín, por un desaparecido Cerrajería y Molinero, que llevaba tarjeta. El partido cambió radicalmente el guión. El balón pasó a ser del Murcia y el Cartagena se llenó de nervios. Las ocasiones no tardaron en llegar. Juanma sacó sobre la misma línea de gol un perfecto remate de cabeza del Ruso. Fue el preludio del gol. En la siguiente acción, Sutil, que volvió loco en la banda a Txiki, sacó una falta que voló hacia la cabeza del delantero argentino con suma precisión. El testarazo entró por toda la escuadra. El delirio se apoderó de la grada murcianista con la celebración de Cristian, que repitió la pose de Eric Cantona, como ya hiciera en el Cartagonova.

Al Cartagena estiró las líneas y permitió alguna ocasión más del Murcia a la contra. El 'Ruso' tuvo otro mano a mano delante de Juanma, pero su disparo se marchó alejado. El 'Efesé' sólo tuvo un remate de cabeza de Toni Moral, aunque sin peligro para Alberto. El partido acabó sin mucho más. El derbi se quedó en casa. El Murcia vuelve a renacer y el Cartagena se complica aún más su permanencia.