Creando cuenta de usuario x Introduce los datos para tu nueva cuenta en resultados-futbol.com
El nombre de usuario debe de tener entre 4 y 16 caracteres Ya existe un usuario con ese nombre El correo electrónico no es válido Ya existe un usuario con este correo electrónico * La contraseña debe tener como mínimo 6 caracteres * Las contraseñas no coinciden |
||||
Iniciar Sesión x Si lo prefieres, puedes acceder con tu cuenta de facebook: Si ya estás registrado, puedes Si ya eres usuario, también puedes El nombre de usuario debe de tener entre 4 y 16 caracteres Ya existe un usuario con ese nombre El correo electrónico no es válido Ya existe un usuario con este correo electrónico * La contraseña debe tener como mínimo 6 caracteres * Las contraseñas no coinciden Si lo prefieres, puedes acceder con tu cuenta de facebook: ¿Todavía no tienes cuenta de usuario? Si ya eres usuario, también puedes Si lo prefieres, puedes acceder con tu cuenta de facebook: ¿Todavía no tienes cuenta de usuario? Si ya eres usuario, también puedes |
Votos de este post x
Votos a favor: 24
Denuncias: 0
Votos anónimos: 24
Votos de usuarios: 0
No hay votos
|
||
Crear nuevo tema x
Escribe el título del tema:
|
||
Tema creado con éxito x |
||
Nadie nos había dicho que iba a ser fácil volver a una final, pero el partido se fue de las manos y España se ganó su lugar en la tanda de penaltis, situación que es de todo menos una lotería. La suerte no se regala. Lo que de verdad existe son los guantes de Casillas, las pelotas de Sergio Ramos y la precisión de Cesc Fàbregas, que, como hace cuatro años contra Italia, fue el encargado de rematar la faena. Disparó hablando al balón y éste le correspondió. Pegó en el palo y acabó en las redes con drama y con el corazón de España en un puño.
Mentira es también que lo que mal empieza mal acaba. España fue peor en los primeros 90 minutos y comenzó fallando en la tanda. Rui Patricio despejó el tiro de Xabi Alonso, nuestro valor más seguro. Con lo que no contaban los lusos, o sí, era con Dios, que volvió a situarse bajo los palos. Iker sacó el disparo de Moutinho. No estaba en sus planes que los portugueses se pusiesen por delante. Luego, no fallaron Iniesta y Pique, tampoco Sergio Ramos, que demostró tenerlos muy bien puestos. Utilizó un método contrario al que usó contra el Bayern. Tocó la pelota con cariño y marcó de Panenka. Bruno Alves, cuarto lanzador portugués, apostó por la fuerza y se pasó de la raya. Su penalti lo escupió la madera con Cristiano clamando al cielo. No lanzó CR7 y Cesc, otra vez Cesc, acabó con todo lo que se daba. El cuero tocó el palo con el mismo amor que siente España por el fútbol y acabó dentro, en la final.
Cuando manda la fuerza
Antes de los penaltis pasaron muchas cosas, o no tantas según se mire. Durante los 90 minutos con los que contábamos Portugal aplicó en el terreno de juego lo que tenía muy estudiado. Supo desactivar a España. Hay peligros que no se pueden eliminar, pero sí alejarlos, y eso hicieron los lusos, que nos tuvieron, dio la sensación, a kilómetros del área. Fue un nuevo escenario para la campeona de Europa. Los centrales, los cuatro, se impusieron por tierra, mar y aire.
El partido se fue a la prórroga sin paradas de los guardametas, que vieron en sitio preferente el ejercicio de persecución de los lusos. Portugal estaba en su terreno y España no pudo ni respirar. Tenía el aliento de sus vecinos en el cogote.
Del Bosque apostó por Negredo y el vallecano se marchó del partido ya en la segunda parte, en el minuto 54. España recurrió al falso nueve, Cesc, y Bruno Alves y Pepe ya pudieron dedicarse plenamente a dejar huella al límite del reglamento. También apareció Navas, justo cuando La Roja no contaba con una referencia para él y para los dos durísimos centrales lusos. Jugaron con las armas.
Pedro es un terremoto
Sin ocasiones claras, sólo una de Cristiano cuando agonizaba el tiempo reglamentario, la semifinal se dirigió a la prórroga, donde la balanza se inclinó de nuestro lado. A Portugal se le acabó la gasolina y España creció con Pedrito en el campo, el agitador. El canario contagia y tuvimos oportunidades que habían escaseado; la mejor, un toque de Iniesta que sacó Rui Patricio y otra buena parada del portero a Navas.
No hubo goles y el balón sólo entró cuando ya todo da igual. No se engañen. La lotería es mentira cuando uno tiene más décimos que otro. España los tenía, en la portería, en el punto de penalti y en la camiseta. Esa estrella que tiene encima del escudo es la que más brilla en el firmamento.