UN EMPATE CHIQUITO PARA UNA GRAN COLOMBIA

PELIGROSA SEMEJANZA
Batista se había ido preocupado con el rendimiento del debut, no por el resultado. Lo preocupante debería ser ahora la repetición de los errores. Otra vez un equipo partido. Defensa y mediocampistas de contención por un lado. Y allá, a lo lejos, tres atacantes estáticos y previsibles. Messi, Tevez y Lavezzi comparten algo más que la camiseta: reciben en la mitad, encaran en soledad y terminan chocando.

Pero hay más. Sus centrales otra vez sufrieron en el mano a mano. Hubo poco desborde por las bandas, porque las subidas de Zabaleta duraron los primeros 15 minutos de juego. Y como ya se dijo, su arquero volvió a ser determinante.

La tapada de Romero a Moreno Martins marcó el Argentina-Bolivia. Y lo que sucedió a los 26 minutos en Santa Fe, pudo haber cambiado el desarrollo de Argentina-Colombia. Error garrafal de Gabriel Milito en el pase atrás y peor el del árbitro Fagundes. Adrián Ramos eludió a Romero y Burdisso le cometió un clarísimo penal. El brasileño dio ley de ventaja y Dayro Moreno falló insólitamente con el arco a disposición. El juez no volvió la jugada atrás. Siga siga x2.

Argentina ganó únicamente en posesión de pelota. Pero nunca vertical, ni profunda. Fue un equipo lento. Al igual que en La Plata, lo más claro llegó desde los pies de Messi. Lo dejó mano a mano a Lavezzi y Martínez achicó el arco. Poquito para un conjunto que dice buscar el buen fútbol, arriesgar y ser ofensivo.

Pastore, capaz de hacerse cargo de la pelota y liberar de esa responsabilidad a Messi, no fue tenido en cuenta en ninguno de los dos partidos. Los ingresos de Gago y Agüero, por Cambiasso y Lavezzi, marcaron que el dibujo es inalterable. Luego Higuaín entró por Banega. Demasiado tarde.

LE PERDONÓ LA VIDA
Si Argentina no pudo, en gran parte se dio porque Colombia no lo dejó. Metió, presionó y con un gran trabajo de Carlos Sánchez, reemplazante de Bolívar, siempre marcó con uno más. Pero no sólo se ocupó de minimizar al rival. Pudo haberlo lastimado. Y pensar que en la previa, Batista creía que Colombia se iba a conformar con el punto.

Dos remates cruzados, uno de Dayro Moreno y otro de Armero, inquietaron a Romero. El arquero del AZ Alkmaar volvió a aparecer cara a cara con Falcao. Así como Argentina repitió falencias, Colombia volvió a evidenciar falta de contundencia (como contra Costa Rica). Su única mancha de la noche. Extraño teniendo en cuenta que en el banco esperan Rodallega, Jackson Martínez y Teófilo Gutiérrez.


AP
Milito y Guarín, en el partido en Santa Fe
Justamente Teo, el más pedido por los hinchas colombianos, entró recién a los 43 del complemento y tardó apenas dos minutos en generar peligro. No sorprendió que, en medio de la confusión general, Burdisso haya regalado la pelota. Lo realmente llamativo es que el goleador de Racing haya perdonado a Romero.

Messi, ovacionado al clavar un golazo de tiro libre en la entrada en calor, nunca estuvo preciso en la pelota parada. Mandó a la tribuna un tiro libre desde la derecha que podía ser peligroso. No le salió una a Leo. Hasta demoró una barbaridad en el control antidóping. Su cara en el tramo final del partido dijo más que mil palabras. La silbatina generalizada, con insultos en particular para Batista, también.