En los enfrentamientos entre Sevilla y Barcelona de los últimos años, han saltado más que chispas. El partido liguero disputado en la presente temporada, casi acaba en batalla campal. El choque finalizó con 0-0 tras una actuación estelar de Javi Varas que detuvo numerosas ocasiones a los futbolistas culés, incluido un penalti a Leo Messi.

Al margen del resultado, lo más llamativo fue la tángana que se formó en los compases finales del encuentro, en la que Kanouté acabó expulsado tras un encontronazo con Cesc Fábregas. Posteriormente, el delantero del Sevilla justificó su agresión al futbolista azulgrana, por un insulto racista previo de este. Finalmente, ambos firmaron las paces tras una conversación telefónica.

En dicho partido, Fernando Navarro también fue expulsado por doble amarilla. Echando la vista atrás, se observa que el Sevilla no suele finalizar los partidos ante el Barcelona con los once jugadores. En sus últimos diez enfrentamientos, los jugadores del equipo andaluz han visto siete cartulinas rojas.

Hueso duro

Sin embargo, ese no debe ser el único motivo que preocupe al Barcelona en su visita al Sánchez Pizjuán. El Sevilla es el único equipo de la Liga española que ha conseguido arrancar un punto en el Camp Nou. Los de Pep Guardiola, que han ganado en los otros doce choques ligueros con 53 tantos a favor y cinco en contra, no consiguieron derribar el muro sevillista ni marcar un solo gol (0-0).

Aun así, los sevillistas suman nueve encuentros consecutivos en la competición doméstica sin derrotar al Barcelona (tres empates y seis derrotas). Ambos equipos no se pueden permitir un nuevo tropiezo. Si el Barcelona no gana, perderá definitivamente la estela del Real Madrid y si el Sevilla hace lo propio, podría decir adiós a sus aspiraciones de acabar en puestos de Champions League (actualmente se encuentra a siete puntos).