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Riquelme se fue de Boca: los secretos de un adiós anunciado

Se veía venir. Juan Román Riquelme estaba enojado con el técnico Falcioni y con varios jugadores. Todo se disimuló hasta estas instancias.

Hace 11 años por BRAITA
La última bola. Román, antenoche, en el Pacaembú.

A pocos de quienes transitan el denominado Mundo Boca sorprendió el anuncio de la partida de Juan Román Riquelme. Fue la consecuencia de demasiada suciedad barrida debajo de la alfombra y que sólo contribuyeron a tapar los buenos resultados.

No era un secreto para nadie la mala relación entre Riquelme y el técnico Julio César Falcioni. El enganche y el entrenador nunca pudieron digerirse y sólo lograron establecer un pacto de no agresión para jugar y ganar el Apertura 2011, que se rompió aquella noche de febrero pasado con el escándalo abierto en el vestuario tras el empate 0-0 ante Zamora de Venezuela, en el primer partido de la Copa Libertadores.

De ahí en más, el trato fue haciéndose cada vez más frío y distante. Se hablaban sólo lo necesario y a veces, ni siquiera eso. Pero al mismo tiempo, también fue empeorando el vínculo de Riquelme con algunos de sus compañeros, a quienes veía demasiado cercanos a Falcioni, y el del DT con algunos jugadores como Clemente Rodríguez, Cristian Erbes, Lucas Viatri y Sergio Araujo que, casualmente, son los más cercanos a Riquelme y cuyos nombres integran la lista de prescindibles elevada por Falcioni al presidente de Boca, Daniel Angelici.

El avance del equipo en las tres competencias que jugó en el semestre (Torneo Clausura, Copa Libertadores y Copa Argentina) ocultó la mala onda imperante.

Pero esta reapareció con fuerza a medida que se fue aproximando el momento de las definiciones. Y nadie se preocupó por disimularlas. Empezando por el propio Riquelme.

Tres horas antes de que el plantel boquense se concentrara para jugar el partido de ida de las semifinales ante la Universidad de Chile en la Bombonera, Román apareció cenando con un amigo en un restaurante del barrio porteño de Palermo muy frecuentado por el ambiente del fútbol. Allí habló sin ta­pujos. Como si quisiera descargarse de todo lo que guardaba en su interior.

Ese amigo de Riquelme se guardó mucho para sí del contenido de esa charla caliente. Pero le contó algunas cosas a Mundo D: ?Estaba muy enojado con Falcioni pero también con cuatro jugadores: (Agustín) Orión, (Leandro) Somoza, (Walter) Erviti y (Santiago) Silva. Dijo de todo de ellos, los criticó en lo futbolístico y en lo personal, fue muy duro?. Y se atrevió a hacer un pronóstico: ?Si Boca no sale campeón de América o no gana el Clausura, revienta todo?. Los hechos terminaron dándole la razón.

Sin embargo, ni siquiera la posibilidad de ganar la séptima Copa Libertadores y clasificarse para el Mundial de Clubes en Japón frenó el relanzamiento
de la interna. Y ahí jugó su carta el presidente Angelici, quien aceleró los acontecimientos con dos determinaciones de su parte tomadas en la previa del desquite con Corinthians y que empujaron la decisión final de Riquelme.

Primero, le ofreció a Facundo Roncaglia, otro de los amigos de Román en el plantel, un seguro deliberadamente bajo para que no juegue la final y hasta le impidió viajar a San Pablo (luego modificó su decisión a pedido de los jugadores). Después, confirmó la continuidad de Falcioni, de ser posible, hasta el final de su mandato.

Riquelme, molesto ya con el técnico y ciertos compañeros, tomó esas dos decisiones de Angelici, como una provocación personal. Y dijo basta, explotó. El miércoles al mediodía le pidió una reunión en la concentración boquense al presidente para blanquear lo que venía madurando desde hacía rato: irse de Boca sin saber bien adonde.

Tras la derrota, en el vestuario entristecido, hizo lo propio con sus compañeros. Algunos derramaron sinceras lágrimas. Otros respiraron aliviados. Lo único cierto por estas horas, es que Riquelme no quiere jugar más en Boca. Las consecuencias de esta decisión explosiva todavía están por verse.

El presidente dijo luego que la comision directiva hara todo lo posible porque Roman siga jugando en Boca, y entre otras cosas, que es el maximo idolo que tiene el club y que se siente dolido con la desision.

Abajo les dejo el link del video..

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