Tras una mañana tranquila, la tarde tiñó de rojo el Estadio - DEPORTES

Hace 13 años por Mirkull
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Tal vez por el intenso calor que azotó la mañana, o por saber que su asiento estaba numerado, los aficionados esperaron a las horas de la tarde para comenzar su peregrinaje al nuevo Estadio Nacional.

Mientras que por la mañana lo único que había en La Sabana eran revendedores de entradas, policías y muchos medios de comunicación, en la tarde la marea roja inundó todo el parque josefino.
Vestidos de rojo, padres, hijos, abuelos y nietos viajaron desde distintos lugares del país para cumplir dos anhelos: conocer el Estadio y observar a la Selección.
Sobre rieles. La ilusión que tenía el pueblo tico se palpó en el primer tren que salió desde Curridabat hacia La Sabana.
A las 2 p. m. en punto, tal y como había anunciado el Incofer, uno de los Apollo adquiridos en España arribó a la parada que se ubica en Curridabat, para recoger al primer grupo de aficionados.
Entre ellos estaba Valeria Brenes, quien junto a su novio, Paulo Boza, aceptaron que su prioridad, ayer, era ingresar al Estadio.
?Tengo como 20 minutos de estar acá, pero tengo muchas ganas de conocer el Estadio, todo el pueblo está muy orgulloso, da mucha ilusión, creo que los chinos hicieron algo muy bonito?, dijo Brenes.
?Siento mucho orgullo de tener el mejor estadio de Centroamérica, además de que quiero ver el estilo de (Ricardo) La Volpe –técnico de la Selección Nacional– y a Rolando Fonseca haciendo su último gol?, indicó, por su parte, Paulo Boza.
Junto a ellos se encontraba Steven Umaña, quien llegó a la parada acompañado de su abuelo, un tío y varios compañeros.
?Quiero ver cómo es el Estadio, todos queremos saberlo, pero también quiero ver a la Selección, es un sentimiento muy especial?, manifestó Umaña mientras observaba el tren que se acercaba.
Y es que la opción del tren interurbano fue una de las más apetecidas ayer para arribar a La Sabana.
De acuerdo con Miguel Carabaguíaz, presidente del Incofer, aparte de los cuatros trenes Apollo (integrados por dos vagones) que tenían previstos, se reforzó con dos trenes de máquina convencional, uno de seis y otro de ocho vagones.
?No dimos abasto con los Apollo, así que además vamos a meter el tren que llevó gente de Heredia a San José?, manifestó Carabaguíaz poco antes de las 5 p. m.
El sentimiento que embargó a todo el país también quedó patente en Yolanda Fallas, quien a sus 70 años fue la primera en llegar a La Sabana. Ella, vecina de Libertad Dos de Pavas, no quiso esperar hasta la tarde para conocer la obra.