GRANDES MOMENTOS DEL FÚTBOL ESPAÑOL VII: 29/6/2008 Torres hace a España Campeona de Europa en color

En el minuto 33 del primer tiempo llegó el orgasmos colectivo. Fernando Torres marcaba para España. Todos cantamos al unísono aquel gol. Todos nos abrazamos. Todos reímos y lloramos juntos. Todos ondeamos nuestra bandera roja y gualda. Todos fuimos uno, y todos, juntos, como un solo hombre o una sola mujer sufrimos hasta el final y estallamos de júbilo cuando Rosetti pitó el final del partido en ese memorable Ernst Happel vienés. ¡¡Pudimos!!

Hace 13 años por pepiko_gr
Cuarenta y cuatro años después, España volvió a reinar en Europa

29 de junio de 2008, domingo. Cuarenta y cuatro años después España volvía a coronarse campeona de Europa en Viena. Histórico. Precioso. Increíble. Uno de los mayores hitos del deporte español (que hoy recordamos en esta sección de RF) por inesperado, deseado y por la forma de conseguirlo. La España del toque, del gusto por el fútbol y de la elegancia se impuso sobre Alemania en una final en la que nunca perdió el estilo. Un Torres, que por aquellos entonces era el paladín de la eficacia anotadora, cristalizó con su gol el sueño perseguido desde hacía décadas. Era el grito más repetido de la noche: ¡¡¡Eramos campeones!!! Con todo merecimiento. Con justicia.

Casillaslevantó con sus manos el trofeo que España merecía. Brilló la codiciada copa en el cielo de Viena. Se la entregó Platini, presidente de la UEFA, y ex jugador francés que en 1984 impidió a 'La Roja' alcanzar el trofeo en la final. Pero esta vez fue distinto. Esta vez... ¡¡¡pudimos!!! Los complejos quedaron fuera. La selección se desquitó de todas las frustraciones y heridas del pasado. La Eurocopa de 1964, en recuerdos en blanco y negro, lograba su versión actual: la de 2008. En color y en versión moderna.

España se marchaba del campeonato con todos los partidos ganados, como equipo más goleador, con el pichichi (Villa) en lo alto de la tabla y, sobre todo, con una lección de juego que por definición converge en una sola palabra: fútbol. Fútbol en esencia y en concepto. El fútbol que hoy hace el Barça. La España de Luis pasó a la historia por su preciosismo. Por su belleza plástica. Y porque, como un torbellino, arrasó a todo el que se le ha cruzado por el camino sin reparos. Desde el primer partido hasta el último. Como hoy hace el Barça, aunque a algunos les duela y les pese.

Ni el inicio arrollador de Alemania intimidó aquella mágica noche a España. Alentada por la mayoría numérica en las gradas, con mosaico incluido, la selección germana apretó en los primeros compases. Fue sólo un espejismo que le alcanzó a los germanos apenas 10 minutos, porque España fue siempre mejor que su rival. Entregados los germanos al fútbol directo y al juego subterráneo comandado por Ballack (que volvió a perder su enésima final), el equipo de Luis Aragonés supo aguantar las oleadas, al tiempo que desplegaba el abanico de recursos con el que hizo del fútbol un tributo a la exquisitez.

En el minuto 33 del primer tiempo llegó el orgasmos colectivo. Fernando Torres, en los primeros minutos demasiado separado de los enlaces (Cesc, Iniesta, Xavi o Silva, según los casos) se metió una de sus carreras de salvaje. Se lo decía el Sabio de Hortaleza mil veces, desde que le subió a Primera División: "Usted es alemán". En cuanto el acelerón fue de 15 metros en lugar de 30, en cuanto Xavi midió el pase entre líneas, llegó el gol del 'Niño', superando a Lahm y levantando la pelota por encima de Lehmann con toda delicadeza. Toda España cantó al unísono aquel gol. Todos nos abrazamos. Todos reímos y lloramos juntos. Todos ondeamos nuestra bandera roja y gualda. Todos fuimos uno, y todos, juntos, como un solo hombre o una sola mujer sufrimos hasta el final y estallamos de júbilo cuando Rosetti (italiano él) pitó el final del partido en ese memorable Ernst Happel vienés. ¡¡Pudimos!!

Éramos campeones de Europa. En la tierra de Mozart, España completó su mejor sinfonía. Una actuación magnífica. Brillante. Entró con dudas y salió reforzada y con la consolidación de un estilo que ha pasado a convertirse en tradición como atestigua el Mundial conseguido cuatro años después. La España de los 'bajitos' es hoy un gigante. La España de la ilusión y de la juventud, del desparpajo y la mentalidad ganadora, es una realidad. El final del ciclo de Luis fue el principio de una historia que, con letras doradas y con un enorme Del Bosque, convirtió a España en lo que se merece. En una campeona (también del Mundo). Esperemos que los 'mourinhos' de turno, con su fútbol ávido de odios, rencores y polémicas no rompa el grupo que ha encaramado a 'La Roja' al Olimpo del fútbol.