El duelo se presentaba muy caliente en el Guillermo Amor. La victoria del Alzira había complicado sobremanera las opciones de permanencia del cuadro de la Ciudad del Turismo y el triunfo era lo único que le servía al equipo de Granero.
La tarde arrancó bien para los intereses benidormenses. Domenech, tras un lanzamiento de falta, y Guerra, al aprovechar una indecisión de la zaga alicantina, encarrilaron el encuentro para el Benidorm. Con 2-0 en apenas 18 minutos nadie se podía imaginar el desenlace que tendría el choque.
Y nadie se lo podía imaginar porque el Alicante apenas había inquietado a Óscar. Apenas un par de disparos que se marcharon fuera. Pero a este Benidorm le gusta eso de complicarse la vida y le regaló un tanto al equipo de Vicente Borge. Fue en el minuto 23 y Cassanova aprovechó un error de Óscar para marcar a puerta vacía y llevar los nervios al Guillermo Amor.
Los blanquiazules acusaron el gol de los alicantinos y le cedieron el esférico y el terreno a su adversario con la intención de sentenciar el duelo en acciones al contragolpe. La jugada le salió bastante bien a los locales, que pudieron conseguir el tercer tanto de su cuenta antes de llegar al tiempo de descanso, aunque el palo repelió un lanzamiento de Guerra.
Con el 2-1 se llegó al entretiempo. La afición benidormí se las prometía muy felices con la victoria momentánea de su equipo, especialmente porque parecía que el duelo estaba controlado por los discípulos de Granero. Sin embargo, fue en este tiempo, el de descanso, cuando el choque comenzó a cambiar. Primero por las molestias de Valero, que tuvo que dejar su sitio a Albalat. Y luego por el cambio de Gómez Liarte. El colegiado, que había pasado inadvertido hasta ese momento, cambió por completo en los segundos cuarenta y cinco minutos.
Antes de que el árbitro comenzara con sus polémicas decisiones, el Benidorm dispuso de una oportunidad de aumentar su renta, aunque Guerra no pudo alcanzar un pase en profundidad de Chupe que le hubiera dejado solo ante Alberto, meta visitante. Y de lo que podía ser el 3-1 para los blanquiazules y la sentencia del encuentro se llegó a la jugada que cambio el devenir del mismo.
Apenas se habían disputado los primeros seis minutos y llegó el primero de los tres penaltis. Gómez Liarte señaló una discutida pena máxima de Ayala. Sin embargo, Óscar remendó su falló en el primer tanto de los alicantinos y consiguió atajar el lanzamiento del futbolista alicantinista.
Esta acción espoleó al Benidorm, que comenzó a buscar la meta rival con la intención de sentenciar el choque antes de que el duelo derivara en un resultado adverso para sus intereses. Así, Chupe, en dos ocasiones, y Guerra, en otras tantas, pudieron aumentar la renta de los blanquiazules en el electrónico, sin embargo, se mostraron imprecisos de cara a la meta rival y el tercer tanto no llegó.
En el minuto 25, y tras un centro de Salero que Óscar despejó, el equipo de Granero dispuso de una clara oportunidad de marcar, aunque el lanzamiento de falta de Pablo García se fue cerca del palo de la portería defendida por Alberto. Y, cosas del fútbol, cuando más próximo parecía el tercer tanto de los locales, llegó el empate de los de Vicente Borge.
Gómez Liarte volvió a señalar una rigurosa infracción en el área benidormí y permitió que los alicantinos lanzaran su segundo penalti de la tarde. En esta ocasión, Casanova acertó a batir a Óscar con un fuerte lanzamiento. El 2-2 subía al electrónico y los nervios se instalaron definitivamente entre los aficionados que estaban en el Guillermo Amor.
Granero, en un intento por evitar lo que, a la postre, sería inevitable, dio entrada al campo a Cubillas y Ocaña en detrimento de Carrasco y Agulló. El entrenador blanquiazul se jugaba todo a una carta en los últimos quince minutos de la temporada en el feudo benidormense.
Y la jugada estuvo muy cerca de salirle bien al entrenador benidormense. Apenas habían transcurrido dos minutos tras los cambios y el Benidorm recuperó la delantera en el marcador. Fue gracias a un gol de Guerra, que aprovechó el rechace del palo a un disparo de Chupe.
Con el 3-2, los locales parecía que tenían la victoria en su mano. Especialmente porque el Alicante no llegaba con claridad a la meta de Óscar, a pesar de los cambios que introdujo Borge. De hecho, en estos minutos, la oportunidad más clara la tuvo el equipo local, aunque Alberto privó a Guerra de lograr el hattrick y poner el 4-2 en el marcador.
En el tramo final, el Alicante se volcó sobre la meta local, aunque atacaba con más corazón que cabeza y se mostraba incapaz de crear ocasiones claras de marcar. Pero he aquí que llegó la obra culmen de Gómez Liarte.
Fue en el minuto 42, cuando Óscar salió a recoger un envío largo de los alicantinistas. El meta blanquiazul atajó el esférico e incluso fue arrollado por el atacante visitante. El colegiado, en una incomprensible decisión, decidió señalar penalti a favor de los jugadores de Vicente Borge.
Oskar, en el minuto 89, aprovechó la pena máxima para igualar el duelo (3-3) y hundir al Benidorm en la tabla clasificatoria. Por su parte, los blanquiazules estaban fuera del partido y solamente protestaban al colegiado por su contundente y polémica actuación. Con la expulsión de Granero, las protestas de los aficionados y una clara oportunidad malograda por el Alicante se llegó al final del envite.
Con este empate, el Benidorm cae a puestos de descenso directo y se jugará parte de sus opciones de permanencia ante el Alzira el próximo domingo. En dicho encuentro, los de la Ciudad del Turismo necesitan la victoria para poder disputar la promoción de descenso, única opción de mantener la categoría de los blanquiazules, ya que la derrota o el empate les condenaría a militar en la Tercera División la próxima temporada.
