EL GOLEADOR ESCONDIDO

Su nombre estuvo a punto de escribirse en las páginas de oro del Real Jaén junto al de Rodri o Sierra, ligados para siempre a gloriosos ascensos, los dos últimos. Su remate de cabeza picado en el segundo palo contra el Villarreal B llevaba el ascenso grabado. Pero ya saben la historia, se borró con lágrimas. No pudo ser. Entonces el nombre de Fernando Esparza (Navarra, 7-5-1979), fan de Stoichkov desde niño, y de Zidane cuando creció, muy conocido en la categoría, comenzó a resonar con fuerza en el mercado de verano impulsado por su enorme play off (el primero que jugaba). Por edad era casi su último tren. Muchos lo situaron fuera de Jaén, pero renovó. Fue el quinto y último en hacerlo.
Su extraña salida del Orihuela en enero le colgó 'sambenitos' que se desmontan en la primera conversación. Tímido, o más bien reservado, «con una memoria malísima», y educado, muy al estilo norteño, del corte de su paisano Ros, parece de todo menos un alborotador. Tras el choque del Marbella se fue al cine con compañeros. Un gesto para leer entrelíneas.
Llegada extraña
Nacido en el seno de una familia media (su padre trabajaba en una fábrica), se crió futbolísticamente en las inferiores de Athletic de Bilbao, donde en juveniles ya coincidió con Terrazas. Ha pasado por diez equipos profesionales, empezando en el Baskonia, en 1999. y pasando por el Burgos, donde se encontró de nuevo con el técnico vasco. Cuando se quedó sin ficha el pasado enero pasado, Terrazas y Somavilla echaron el resto. El mercado de invierno no deparaba soluciones duraderas desde Ros y Castellanos, cuatro años antes, y su salida del Orihuela fue atípica, donde actuaba con regularidad, incrementaron la desconfianza. Llevaba cuatro goles, el último contra el Terrasa, con Somavilla en la grada. Se esperaba alguna tara, que fuera conflictivo o no tan bueno, pero desde el club valenciano negaron la mayor: «el entrenador se equivoca dejándole ir». Y vaya si se equivocaba.
Lo demás lo conocen: encajó a la perfección en el once, enlazando el medio campo con Ros y Geni y acabó con tres goles y una asistencia en liga y tres tantos y dos pases de gol en los seis partidos del play off. Este año ya suma seis, siendo tras el sevillano Fernando el máximo goleador del plantel. Vive una segunda juventud, siendo con Castellanos y Mena el más veterano (la media del grupo no llega a 26 años).
Su comienzo de temporada ha sido dubitativo, algo lento, fuera de forma, y a menudo de sitio (por el overbooking en la media punta). Ha actuado de mediocentro, de mediapunta, de segunda punta y hasta de delantero centro. Se amolda, porque el talento es como la plastilina, pero donde más rinde es cerca del área, incorporándose, llegando desde atrás. Ahí su último pase es elocuente y su remate demoledor. Llegando por sorpresa, un goleador escondido.
Lo demostró anteayer, con su primer hat-trick como profesional, que le ha llegado a los 30. Habrá que esperar para ver qué más cartas tiene el destino para este Real Jaén. Con Esparza parece contar ya con un as. Un as que se quedó para ascender. Quizá en junio de 2010 ajuste alguna cuenta pendiente.