CRÓNICA DEL ARSENAL 3 NORWICH 3

El partido se le ponía muy de cara a los Gunners que se adelantaban con un gol tempranero de Benayoun de muy bella factura, un Benayoun que está cuajando un gran final esta campaña.
Los locales tuvieron bastantes dificultades para contener los arreones del Norwich que se tradujeron en tiros y remates. Los de Lambert tuvieron el empate en los pies del 'mecánico canarie', pero en ambas ocasiones Holt se encontró con Kieran Gibbs. Estaban avisando los visitantes, y a la tercera, Hoolahan devolvía las tablas en una acción en la que tanto Vermaleen como Schzesny estuvieron un tanto desafortunados. En la recta final del primer tiempo, el juego dinámico de los gunners se vio frenado por un Norwich muy cómodo que estaba tocando la bola con criterio. Mientras que los de Wenger no daban a basto achicando balones, cerrando huecos y rifándola con los despejes. Los canarios obtuvieron recompensa, le daba la vuelta al partido Holt con un poco de suerte. Hasta el descanso, el ritmo era altísimo y la tensión máxima, lo que hacía que se catalogase a este choque como partidazo.

La segunda parte comenzó con una tónica diferente, el Arsenal se volcó descarádamente sobre la portería de un Ruddy pletórico, además, le imprimió una velocidad y un ritmo al juego muy intenso, una virtud típica que tienen los Gunners cuando van perdiendo. El Norwich pese a no tener el dominio, no bajó su rendimiento, lo único que cambió fue que se puso el peto de defensor. En los banquillos se podía percibir la tensión con la que Wenger estaba viviendo el encuentro, enfadado y siendo sabedor que no estaban ofreciendo buenas sensaciones. Camino de la hora de partido, el Arsenal seguía en un querer pero no poder y los canaries pudieron ocasionar estragos a la contra, Todo el trabajo realizado por los hombres de Lambert se desbarató cuando los locales se pusieron serios a tocarla y la defensa Numantina del Norwich cedió ante el pichichi de esta Liga. El Arsenal volvió a recuperar su juego estático ante el abatimiento de la escuadra amarilla y todo el rédito que los visitantes habían obtenido acabó de echarse por tierra cuando, mientras Wenger se hacía 'amigo' de Lambert, el alma holandesa Gunner firmaba el tercero. El señor Anthony Taylor no había hecho sonar su silbato tres veces, y podía ocurrir cualquier cosa en este partido de altos vuelos. Un gol de Steve Morison que no estaba dentro de los planes de Wenger dejaba a todo el Emirates con los ojos como platos y con la boca como un túnel.

Este empate le viene fenomenal tanto a cuarto como a quinto, para conseguir este tercer puesto el Newcastle deberá doblegar mañana al lider a domicilio, mientras que el Tottenham viaja a Birmingham. Los Gunners se verán las caras con los Buggies la próxima jornada en The Hawthorns