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17 De Junio de 2001 ( UNA DECADA DE TERROR )

Hace 13 años por paulobento04
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Oviedo y Osasuna son dos equipos con una tradición muy similar. Tan sólo una posición les separa en la clasificación histórica de la Liga. Osasuna es el 16º clasificado con 1.197 puntos tras 33 temporadas en la élite y el Oviedo es 17º con 1.174 puntos en sus 38 temporadas. Sus caminos eran paralelos hasta que colisionaron hace diez años.

Fue el 17 de junio de 2001, hace diez años y un día para ser más exactos, cuando se produjo el incidente. Oviedo y Osasuna se jugaban su permanencia en Primera en una última jornada agónica. Mientras los azules perdían en Mallorca, los de Pamplona se imponían en San Sebastián en un partido difícilmente olvidable por la afición oviedista.

Fue el punto de fricción entre ambos. A partir de entonces, los caminos se separaron de una forma sideral. En la última década, mientras el Oviedo se desangró por los campos de Tercera y Segunda B, Osasuna disfrutó de una final de Copa del Rey (11 de junio de 2005), la clasificación para la previa de la Liga de Campeones (16 de mayo de 2006) o de unos cuartos de final de la Europa League (14 de marzo de 2007). Dos evoluciones antagonistas a partir de aquel 17 de junio de 2001. Fecha funesta para el oviedismo.

«¿Se cumplen diez años? ¡Cómo pasa el tiempo!». Iván Ania se sorprende cuando se le revela el dato. «Sabíamos que Osasuna ganaría en San Sebastián. Lo sabíamos?». Fue una última jornada de infarto. Además de los dos equipos mencionados, también estaban involucrados Zaragoza y Valladolid.

Al Oviedo, que no había estado en descenso en toda la temporada, el panorama se le presentaba muy oscuro. Casi negro. Debía ganar en Palma de Mallorca ante un equipo que se jugaba evitar la fase previa de la Liga de Campeones. «Teníamos un equipazo: Tristán , Luque, Eto?o, Nadal?», enumera Armando. Al lateral le tocó jugar el papel más complicado. Formado en el Requexón, su compromiso con el Mallorca le hizo dejar a un lado los sentimentalismos. «Esa semana me dio más la lata la prensa que los ex compañeros», recuerda; «no quería ser yo el que descendiera al Oviedo, pero nos jugábamos la Liga de Campeones».

El Oviedo llegó a la cita tocado. Había sido una temporada extraña desde el comienzo. «La muerte de Dubovsky en verano nos dejó paralizados», asume Iván Ania. Deportivamente, al trágico suceso le acompañaron las salidas de Paulo Bento, Dely Valdés y Pompei. Pero muchos recordarán aquella campaña por el rimbombante fichaje de diciembre. «Collymore no estaba para jugar», afirma Ania sin paliativos; «era un tío cachondo, le gustaba bromear. Se adaptó perfectamente, pero en el campo no aportaba nada». Casualidad o no, la llegada del internacional inglés coincidió con una cuesta abajo que no supo frenar Antic.

«Estábamos con el entrenador hasta su famosa rueda de prensa, ahí se perdió un poco la unión», apunta Iván Ania. El extremo hace mención a la intervención pública del yugoslavo en la que criticaba sin miramientos la plantilla a su servicio. Fue una segunda vuelta complicada, con partidos que se escaparon de manera incomprensible, como los de Osasuna y el Villarreal en el Tartiere. La victoria en el Camp Nou con gol de Jaime hizo mejorar el panorama, pero un nuevo tropiezo con un Madrid ya campeón, con todo a favor, dejaba al Oviedo tocado.

Al final el equipo se la jugó a cara o cruz en Palma de Mallorca. Y salió cruz. «Dentro del campo comentábamos a los jugadores del Mallorca que ya lo tenían hecho. Estábamos pendientes de la radio, pero sabíamos cómo iba a acabar el partido en San Sebastián», señala Ania. Cuando llegó el gol de Iván Rosado para Osasuna en Anoeta a los 40 minutos pocos se extrañaron. «El portero de la Real no estuvo muy fino», desconfía Ania. En Mallorca las cosas no fueron mejor. La expulsión de Rabaribony puso el partido cuesta arriba. El cuatro a dos final es el reflejo.

«Fui a abrazarme con los jugadores del Oviedo», confiesa Armando; «no podía celebrar. Había compañeros pasando los peores momentos de su carrera. Por suerte nunca he vivido un descenso, pero esas imágenes no se me olvidarán». «Nunca viví algo tan triste», asegura Iván Ania. «Si hubiéramos descendido el año anterior no me hubiera dolido tanto? pero aquella temporada, ¡si al final de la primera vuelta habíamos hablado de que podíamos entrar en Europa!», añade antes de quedarse sin palabras.

Para conocer el resto de la historia, bien sirve volver a las efemérides. Osasuna sumando campañas en Primera con hitos históricos para el club. El Oviedo, luchando por volver a sacar la cabeza. Peleando contra pésimos gestores, amenazas de desaparición o imitaciones inoportunas. Hoy, diez años y un día después, el grito de «volveremos» suena más lejano en el tiempo. Pero con más fuerza tras cada golpe.

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