La Segunda división más goleadora de la última década

Hacía muchas temporadas que no se veían tantos goles en Segunda. En los últimos años, la categoría de plata ha destacado por su igualdad. Muchos empates y triunfos ajutados es el denominador común de un campeonato excesivamente largo: 42 jornadas desde el curso 1997-1998.
Las cosas han cambiado. Los marcadores se han disparado y la duración del torneo, también. El sistema de ?playoff? de ascenso obligará a cuatro equipos (los clasificados entre el tercer y el sexto puesto de la clasificación) a disputar un maratón de 44 o 46 partidos.
Hasta la fecha, se han marcado 924 tantos o, lo que es lo mismo, una media de 2,54 por encuentro. El más acertado de cara a puerta es el Barcelona B (66) y, en especial, su delantero Jonathan Soriano. Sus 23 dianas le convierten en el Pichichi provisional de la Liga Adelante. En el lado opuesto se sitúa el Albacete (24).
El Numancia ha sido testigo de los choques más locos de Segunda división. Los sorianos ganaron 4-5 en Valladolid y perdieron 4-6 ante el filial azulgrana. El Granada hace sangre en su estadio (le endosó seis al Nàstic y cinco al Xerez y a Las Palmas). Además de en Los Cármenes, los grancanarios también se llevaron una manita en sus visitas a Cartagena y Alcorcón. Y en El Arcángel, el Córdoba firmó el 3-3 frente al Recreativo y la Ponferradina. No es fútbol sala, pero se parece.
Todos estos marcadores convierten a la actual temporada en la más realizadora de la última década. La campaña pasada, a estas alturas del campeonato, se habían marcado 829 goles, 95 menos que ahora. En la 2008-2009, se contabilizaban 907 tantos en la trigésimo tercera jornada. Pero la cifra cae en picado si echamos la vista un poco más atrás: 815 (2007-2008), 847 (2006-2007), 814 (2005-2006), 714 (2004-2005), 771 (2003-2004) 777 (2002-2003) y 761 (2001-2002).
Restan 99 partidos y mucho por decidir. Por arriba, las cosas están que arden. Por el medio, también. Cada vez son más los que luchan por entrar en los ?playoffs?. Por abajo, las cosas están menos comprimidas que de costumbre, pero hasta el rabo, todo es toro. Queda mucho espectáculo. Y muchos goles.