Este muerto está muy vivo

Muy poca gente ve al Xerez jugando la próxima temporada en Primera pero los de Gorosito llevan mucho tiempo afrontando cada encuentro como si fuera el último de la temporada, lo que ha hecho que el Xerez haya sumado 11 de los últimos 18 puntos. La salvación de los azulones sigue estando muy difícil, sobre todo porque el Xerez se encuentra a siete puntos del Zaragoza, pero si siguen jugando como hoy todo es posible.

Por contra, el Valladolid, que echó mucho de menos al sancionado Diego Costa, tiró por la borda la notable mejoría defensiva que le había permitido encadenar dos partidos con su portería a cero. Los de Onésimo ofrecieron una imagen muy pobre en Chapín y dan un paso atrás en su lucha por evitar la guadaña del descenso.

Muy pronto se le puso de cara el partido al Xerez. En el primer minuto de juego, Víctor Sánchez culminó con un disparo raso en el punto de penalti una internada de Orellana por la banda derecha. El Valladolid, por su parte, apenas inquietó la portería de Renan con algún disparo de Canobbio desde la frontal. Un bagaje ofensivo paupérrimo como para querer puntuar en Chapín.

El Xerez sacó tajada a balón parado de la debilidad defensiva del Valladolid. En el minuto 35, una falta lanzada desde la izquierda por Momo fue cabeceada al fondo de las mallas por Míchel tras no acertar César Arzo en el despeje. Pudo marcar más goles los de Gorosito antes del descanso pero Bermejo no estuvo acertado en un mano a mano con Justo Villar tras un garrafal error de Sereno en defensa. El delantero del Xerez cruzó en exceso el balón ante la salida del portero del Valladolid.

El Xerez mata a la contra
Tras el paso por los vestuarios, Onésimo movió el banquillo y sacó al terreno de juego a Medunjanin. El Valladolid mejoró mucho y tuvo su oportunidad para meterse en el partido pero a Manucho se le hizo la portería muy pequeña cuando se plantó solo ante Renan.

En un intento a la desesperada por cambiar el rumbo del partido, el Valladolid pasó a jugar con tres centrales en defensa y el Xerez lo mató a la contra. En una de esas jugadas, Justo Villar derribó a Bermejo y Pérez Burrull no dudó en señalar el punto de penalti y expulsar con roja directa al portero del Valladolid.

Medunjanin se puso los guantes pero ni siquiera se tiró para detener la pena máxima que transformó Bermejo para finiquitar el partido. El Xerez no quiso hacer más sangre de la desgracia del Valladolid y no puso más a prueba al inusual portero del conjunto pucelano. El botín era suficiente para los azulones: tres puntos para mantener vivo el sueño de Primera.