mexico vs senegal amistoso

Las victorias, aquellas inútiles incluso, tienen ese efecto del linimento casero: reconfortan, amortiguan, suavizan, relajan… pero no curan.
El 1-0 de México sobre Senegal tiene ese efecto de narcótico, de anestésico. El efecto opio del engaño.
Sin embargo, es factible sacar conclusiones.
Antes aclarar que, como adversario, era más respetable la escuadra improvisada de Ecuador que la rejuntada de Senegal.
Cierto, ninguna está en el Mundial, pero a los ecuatorianos los enterró un silbante brasileño que dejó de marcar un penal a los locales e inventó otro para los charrúas para escribir el 2-1 en Quito.
Senegal, en cambio, no sólo no va al Mundial, sino que tampoco pudo, como Sudáfrica, ser capaz de ir a la Copa Africana de Naciones.
Este Senegal tenía apenas a tres regulares de la eliminatoria mundialista y con un largo ajetreo para presentarse en Chicago y está lejos, muy lejos, de aquel Senegal que sorprendió, mire Usted, en el Mundial de 2002, clasificando en su grupo y dejando fuera, ni más ni menos, a ¡Uruguay y Francia! en la fase de grupos, ambos, irónicamente, vecinos del Tri en Sudáfrica 2010.
Senegal respetó lo básico: corrió, luchó y fogueó a algunos futbolistas de la nueva generación.
Y aclarar que erróneamente se insistió en que por ser africanos este Senegal mantendría algo más que las similitudes somáticas y étnicas, con Sudáfrica, pero queda claro, futbolísticamente, sí, azórese, Senegal es mejor que el equipo de Carlos Alberto Parreira.
Así, sin estancarse en la contemplación ociosa de la victoria, del 1-0 enclenque, hay más para hurgarle a este Tri.
Queda claro que la camiseta le queda muy ancha al "Bofo: Bautista, al que muchos defienden diciendo que es diferente, una definición ambigua, pertinaz si se quiere, que se sacó de la manga Aguirre y que muchos compraron, víctimas de la amnesia, sin recordar que en los últimos tres años el despatarrado ha sido una sombra de sus propias mentiras.