Kaká sólo se irá con la carta de libertad

Como cada año por estas fechas vuelve a sonar la canción del verano. En el caso del Madrid, se repite el éxito del pasado periodo estival. El cantante es el brasileño Kaká, y el tema, al estilo Pimpinela: 'Me voy o me quedo'.

Aunque esta temporada tiene más papeletas el 'me voy' que el 'me quedo', por varios motivos. En el Real Madrid consideran que la continuidad de Kaká es inviable. A pesar de lo sucedido en años pasados, donde siempre quedaba un clavo al que agarrarse o un resquicio que diera luz a la enésima resurrección del mediapunta brasileño, este curso se entiende que Kaká ha perdido de forma definitiva su puesto en el nuevo proyecto de Ancelotti. Precisamente el italiano es el que tendrá la última palabra sobre la continuidad de Kaká. Si él, que le tuvo en el Milan y se antojaba protector en el Madrid, le dice que no cuenta con él, el Balón de Oro de 2007 empacará sus cosas y se irá del club.

El brasileño tiene mucha competencia en su puesto, más aún con la llegada de Isco y en el Madrid creen ya que su continuidad es inviable por muchos motivos. La llegada del malagueño, la subida de Jesé y la posible incorporación de Bale provocan que el mediapunta brasileño se vea sepultado por nombres que, ahora mismo, están por delante de él en la rotación.

Se considera que, con su edad y el nuevo rumbo de cambio generacional que está dando el club, debe dejar paso a la cantera. Su ficha en el equipo podría bloquear alguna de las subidas propuestas de jugadores del filial.

Su salida permitiría al Madrid ahorrarse un buen dinero con el que podrían arreglar la renovación de Cristiano Ronaldo o financiar el contrato de Bale, sin que eso suponga un esfuerzo enorme para la caja de Chamartín.

La MLS en el horizonte
Eso sí, Kaká sólo se irá si Carlo Ancelotti se reúne con él tras su llegada al Real Madrid y le dice que no cuenta con él y si el club le da la carta de libertad. El verano pasado también estuvo cerca de marcharse, pero el Madrid bloqueó las operaciones al pedir una cifra de traspaso prohibitiva para todos los equipos que se interesaban en Kaká, la mayoría, clubes brasileños o de Estados Unidos, que no podían afrontar el pago que les exigían (más de 20 millones) desde el Bernabéu.

La opción de la MLS, la liga estadounidense, siempre ha fascinado a Kaká, que ha estado tentado varias veces de irse allí. La semana pasada, en sus vacaciones, el brasileño estuvo en Orlando. Aprovechó para visitar al dueño del Orlando City, un millonario brasileño amigo de Kaká que acaba de inyectar dinero en el equipo, que juega en lo que sería la Tercera división de EEUU, pero que planea entrar en la MLS a base de inversión. Kaká sigue abierto a una oferta del fútbol estadounidense para jugar en la MLS.

Ancelotti llegará, hablará con el brasileño y, de esa reunión, saldrá su futuro. Si le dejan irse gratis, Kaká se irá.