Elche C.F. Comunión total

En su primer test serio o de nivel, por las características del rival, sin desmerecer ni a Ponferradina ni Hércules, los de Fran Escribá demuestran que no es causalidad ni flor de tres partidos, la imagen que ofrecen. Un equipo con las ideas muy claras, un bloque que en cada momento del encuentro sabe lo que quiere. Eso no es fácil de lograr en tan corto espacio de tiempo.

Y ese estilo empieza ya a calar entre la afición. Más de 8.000 espectadores en las gradas para un sábado por la tarde, lo que no se recordaba en tiempos. Y lo mejor de todo es que la comunión empieza a ser total. El jugador número 12 ayudó. Más que nunca. Y encima disfrutó con su equipo. Por ahí, esa felicidad es la que deben tener Escribá y los suyos.

Ese es el camino. Afortunadamente, este proyecto ha conseguido enganchar de primeras al aficionado, a ese seguidor que ahora mismo sí que cree en este equipo. La forma de acabar el encuentro con los olés desde la grada, son una muestra de que la comunión es total pese a que todavía hay mucho recorrido por cumplir.

Del partido, más de lo mismo del plan Escribá: velocidad, verticalidad, ritmo, calidad, y mayor soltura táctica a la hora de defender o contemporizar situaciones. Y jugadores determinantes, como en el caso de Carles Gil, que estuvo a un gran nivel.

Sin duda es un jugador distinto, diferente, único en los últimos años en la plantilla del Elche. Ahora falta que no se emborrache de éxito y tenga la continuidad necesaria. Sin olvidar a Xumetra, que con sus tres goles ya es el máximo goleador de la categoría.

Otro detalle a tener en cuenta es que el abanico de posibilidades se amplía. Y si a veces no se puede tener el control de la situación, como ocurrió ante el Las Palmas, hay que tirar del otro fútbol. La estrategia. De este modo llegaron dos de los tres goles. Algo que se trabaja y que da sus resultados sobre el terreno de juego.

Por cierto, que no se haya fichado, hasta incluso es beneficioso para el grupo. Tocar algo funciona, aunque sea pronto, a veces no compensa. Y con estos jugadores, lo que hay que hacer es confiar hasta el final. Al menos, hasta diciembre.