El Barça Regal hecha de menos a Navarro (78-65 ante el Khimki Moscow)

El Barcelona perdió su primer partido a domicilio en la Euroliga al caer ante el Khimki moscovita por 78-65, en una discreta segunda parte en la que solo anotó 24 puntos y echó demasiado de menos el talento ofensivo de Juan Carlos Navarro, que no viajó a Rusia por unas molestias de tobillo.

Sin su gran estrella, que hace solo cuatro días ofreció todo un recital en la Liga ante el Real Madrid, el Barça tenía la difícil misión de ganar hoy donde nadie ha ganado esta temporada, en el Centro de Baloncesto de la Región de Moscú.

El Khimki uno de los clubes emergentes del Viejo Continente, venía de sorprender en el arranque del Top 16 al Besiktas de Estambul, vecino del Fenerbahce al que los azulgranas derrotaron también sin problemas en el Palau en el estreno de esta segunda fase. Ambos conjuntos se jugaban, por tanto, mantenerse en lo alto de la clasificación.

El Barcelona fracasó en su propósito, porque solo se puso una vez por delante en el marcador en todo el partido: con el 8-9 del minuto 4. Sin embargo, el buen arranque de Mickeal e Ingles y la defensa de Sada sobre Planinic permitieron a los azulgranas neutralizar la salida del Khimki y aguantar su ritmo durante todo el primer cuarto (21-18).

El inicio del segundo período resultó prometedor para los visitantes con cinco puntos consecutivos de Lorbek, pero la irrupción de Zhukanenko y Davis permitió a los rusos abrir una primera brecha en el marcador (33-25, min.15)

El Barça, que pasa por ser el equipo que mejor defiende de Europa, no parecía capaz de neutralizar el juego coral de los moscovitas, donde todos sus jugadores contribuían a engordar las estadísticas de equipo.

Sin embargo, en ataque las cosas funcionaban para el equipo catalán. Había fluidez en la circulación, buenos porcentajes de tiro y un paso adelante de jugadores como Jasikevicius y Tomic, que evitaron con sus puntos en la recta final de la primera mitad que fuese a más la sangría en el marcador (46-41).

Parecía que el Barcelona podría darle la vuelta al partido tras la reanudación por poco que aumentara su intensidad defensiva, pero nadie contaba con el colapso que sufrió el equipo español en el aro contrario.

En cambio, fueron los hombres de Rimas Kurtinaitis quienes salieron a ahogar el juego de los visitantes con una sobredosis de agresividad defensiva y un Planinic cada vez más entonado que lideró el ataque de los suyos hasta alcanzar los catorce de diferencia (62-48, min.28).

Una última reacción de orgullo culé liderada por Mickeal provocó un parcial de 0-7 en la recta final del tercer cuarto (62-55) para mantenerse vivo en el choque.

Fue solo un espejismo. El Barça estuvo más de cuatro minutos sin anotar en el inicio del último período. Un parcial de 8-0 dejaría un definitorio 70-55 a falta de seis minutos para el final.

Ahí murió el encuentro. A partir de entonces, el conjunto azulgrana, negado de cara al aro e incapaz de parar el talento de Planinic para monopolizar el juego a su antojo, se desmoronó, pese a los intentos de Mickeal y Lorbek de mantenerle a flote. Hasta el 78-65 final.