Baptista, fichaje de primavera

El Málaga ha tenido fichajes de verano, de invierno, de emergencia (la providencial aparición de Caballero) y habría que pensar también que de primavera. En esta categoría cabe incluir a Julio Baptista, ávido de reivindicarse tras ser operado de menisco el 22 de febrero y cumplir con los mejores plazos médicos ofrecidos. Después de empezar a entrenarse con el grupo el martes, se ve incluso para algo más que el mero hecho de ir en la convocatoria del partido de hoy contra el Mallorca (18.00 horas, PPV).

Baptista piensa en ser titular o en jugar muchos minutos. «La gente que lleva jugando más tiempo está más preparada que yo, pero estoy bien, voy a aguantar seguramente más de una parte y, si el míster cree que tengo que jugar, yo estaré allí para ayudar», reconoció ayer. ¿Qué puede aportar a día de hoy Baptista al Málaga? Parece claro que la presencia de un jugador tan contrastado como él en un equipo que vive en una situación de máxima emergencia solo cabe declararla como positiva.

1. Compromiso
Fue Baptista el que decidió marcharse a Brasil con objeto de acelerar los plazos de recuperación, a diferencia de lo que puede pensarse a bote pronto. La mejor muestra de ello, es que ya está en condiciones de volver, entre seis y ocho semanas después del quirófano y con siete citas ligueras por delante, cuando los pronósticos más agoreros llegaban a plantear que ni siquiera volviera. «Estoy preparado mentalmente, que es lo más importante de todo. A nivel físico sé que no voy a estar al ciento por ciento, pero con las ganas que tengo voy a intentar ayudar y hacer lo máximo para el equipo», declaró ayer en una firme muestra de compromiso. Incluso, cabe justificar que a estas alturas Pellegrini valore más este intangible que otros aspectos al conformar el once.

2. Carisma y carácter
Fue el de Baptista el fichaje más mediático del curso. Llevó miles de personas a La Rosaleda. Luego llegaron dos goles (uno de penalti) y una lesión que no le permitió tener más continuidad. Cabe pensar que su regreso transmitirá ánimo y cohesión al grupo. Es un profesional que se hace querer en el grupo y con gancho por su tremendo historial, fundamentalmente en el Sevilla y el Real Madrid.

3. Capacidad de remate
Baptista es fundamentalmente un hombre de definición. Frente al juego de toque que caracteriza al Málaga de Pellegrini, en ocasiones poco profundo, el brasileño puede aportar esta virtud. Más definición, pegada, culminación de la jugada, con su fuerte golpeo, llegada al área y capacidad en el juego aéreo.

4. Vocación más ofensiva
Existen dudas acerca de cuál puede ser la demarcación que ocupe Baptista en su reaparición. Pellegrini comenzó empleándole como segundo punta, pero el progreso de Sebastián Fernández en las últimas semanas complica este extremo. El uruguayo, pese a su escaso acierto, se ha vuelto clave por su pelea y dinamismo en ese puesto. Además, hay que recordar que antes de su lesión llegó a jugar como falso extremo. Tal situación podría mejorar la capacidad ofensiva del centro del campo. Podría ser el sustituto de Portillo, que da más fluidez a la circulación del balón, pero no tiene tanta llegada al área como el paulista.

5. Intensidad y fuerza
Con un físico privilegiado, por más que salga de un periodo de inactividad, 'La Bestia' puede aportar ese plus ante el Mallorca, como reconoció él mismo en sus declaraciones ayer: «Ante el Deportivo nos faltó intensidad en los últimos 25 o 30 metros. Tenemos que tener las ideas más claras y salir al campo sabiendo lo que hay que hacer. Esto va a ser clave ante el Mallorca. Si entramos con esa mentalidad, tenemos posibilidad de ganar». Además, en la idea del equipo de Pellegrini Baptista juega un papel primordial. El chileno ha aludido a su ausencia en múltiples ocasiones. Antes de su debut (el retraso en el 'transfer' lo pospuso) y durante su lesión. Dado que quedan pocos partidos para el final de la Liga, cabe pensar que pueda arriesgar con él hasta ciertos límites. Cabe la fórmula de que sea titular jugando medio encuentro o pactando una hora, o bien que salga a jugar en la segunda mitad.