Ultimo partido de Patxi Puñal

El triunfo de la normalidad es algo excepcional en un mundo plagado de autoproclamadas estrellitas que no han empatado a nadie, que dan un chispazo y se apagan. Además, es un escenario por el que resulta muy difícil circular sin caer en algún exceso.

Patxi Puñal disputará mañana su último partido oficial como jugador de Osasuna, cerrando así una trayectoria personal espectacular que coincide con algunos de los años más brillantes del Osasuna de todos los tiempos. Los números fríos que jalonan su trayectoria sirven para hacer un recuento de sus participaciones en el equipo, pero su ejemplaridad como jugador, la abnegación en la defensa de la camiseta de Osasuna, su profesionalidad en cada jornada de entrenamiento, la asumida responsabilidad como futbolista de un equipo aglutinador de ilusiones de muchos -de otros no-, le colocan en lo más alto del osasunismo actual y de mucho tiempo.

Metido como todo Osasuna en la resolución favorable de esta quiniela de resultados de la última jornada, cualquier finalización infeliz -cuestión en absoluto deseable, pero posible en esta coyuntura de dependencias de otros-, además, no debería afear la despedida y marcha del centrocampista de Huarte.

El adiós de Patxi Puñal es el fin de ciclo, con lo bueno y lo malo que ello conlleva. Se despide uno de los sostenes del equipo en los últimos tiempos y obliga a la asunción de nuevas responsabilidades y mayor protagonismo a otros, canteranos u osasunistas por trayectoria y convicción. Osasuna está obligado a evolucionar, tendrá que hacerlo sin uno de sus últimos referentes y deberá de buscar el modo de mantener algunas de sus señas de identidad, asunto complejo porque la desnaturalización de Osasuna es uno de los peligros que ya está sucediendo.

Patxi Puñal debutó en el primer equipo de Osasuna en Segunda División -en Eibar, en junio de 2006-, pasó unos años de transición en la categoría, tuvo que marcharse al Leganés para consolidarse como futbolista -siempre en la categoría de plata- y regresó para que Lotina, ya en Primera, le entregara el mando en un equipo en el difícilmente alguien se lo ha podido discutir.

Con 38 años, Puñal jugará ante el Betis su último partido profesional como jugador de Osasuna elevando a 513 encuentros oficiales sus comparecencias con la zamarra roja y poniendo el listón muy alto a cualquier generación posterior. El hombre récord de Osasuna ha estado también en las últimas grandes citas: la participación en la Copa de la UEFA, la previa de la Champions, la final de la Copa del Rey y todos los eventos felices que, a cada campaña, ha supuesto el simple hecho de mantener la categoría.

Patxi Puñal se despide mañana de la afición en un encuentro dramático, al estilo que le ha tocado vivir como rojillo. La afición tiene en su mano la posibilidad de brindarle un día inolvidable pase lo pase. Cualquiera no puede llevar el 10.