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La solidez del Lille.

el entrenador de Montpellier René Girard es visto durante el partido de fútbol de la Ligue 1 francesa contra Rennes en el estadio Route de Lorient en Rennes

Imagen subida por: alechobi

El Lille OSC es, con mayúsculas, el equipo revelación en la Ligue 1 francesa. Actualmente es el principal perseguidor del PSG de Laurent Blanc: tiene tan solo un punto menos después de ganarle el martes al Olympique de Marseille (1-0) y después de que los parisinos cayeran anoche en Annecy ante el Évian Thonon Gaillard (2-0). Todo el éxito momentáneo del Lille OSC tiene más valor si se pone en perspectiva y se repasa el pasado reciente. En verano, mientras los macroproyectos del PSG y del AS Monaco empezaban a tener forma, Rudi Garcia, el técnico que hizo al Lille campeón de liga en 2010 (la 3ª de la historia del club), decía adiós y salía camino de Roma. Su sustituto, René Girard, venía avalado por la histórica Ligue 1 ganada con el Montpellier HSC en 2012, pero pese a ello era una incógnita cómo iba a adaptarse a los mastines y cómo el propio Lille OSC se iba a adaptar a él. Unos meses después se puede garantizar que hay muy buena química.

El conjunto norteño está en lo alto de la tabla, peleando con los supergigantes económicos PSG y AS Monaco y por encima de entidades históricas como el Olympique de Marseille, el Saint-Étienne o el Olympique de Lyon. Pero el motivo futbolístico por el que está ahí no es un goleador en racha o grandes jugadores de tres cuartos con mucha calidad técnica. Lo que le está llevando a hacer tan buena temporada es su impresionante solidez defensiva.

El Lille OSC está utilizando como esquema base un 4-3-3 poco rígido (condicionado por el perfil de Roux y la lesión de Marvin Martin). Los mastines empiezan su fase defensiva con una presión alta de los tres hombres más adelantados: Nolan Roux sobre los centrales y Salomon Kalou y Ronny Rodelin sobre los laterales. Esta primera barrera bloquea la salida del rival y la hace muy compleja. Normalmente, los rivales que intentan desbordar a Roux se topan con que uno de los dos interiores, o Idrissa Gueye o Florent Balmont, adelantan su posición para ayudar al punta. Eso les impide encontrar línea de pase para contactar con el mediocentro, por lo que llevan el inicio de la jugada a la banda.

En esa zona del campo, los laterales de los equipos rivales del Lille OSC se encuentran, además de con la presión del volante correspondiente, con un importante apoyo del interior de ese perfil. Normalmente, la superioridad numérica (dos hombres del Lille OSC ante un lateral) lleva a los atacantes de banda del oponente a retroceder para ofrecerse. Cuando se inicia ese retroceso, el lateral de cada perfil (Pape Souaré en el izquierdo, Franck Béria o Djibril Sidibé en el derecho) comienzan a perseguir al atacante rival y lo presionan. Este movimiento, combinado con el apoyo del interior y la ayuda defensiva de los Kalou y Rodelin generan un 'achique' lateral imponente en el que se empuja al oponente hacia la línea de banda.

En ocasiones, el mediocentro, capitán y pilar maestro del equipo Rio Mavuba lateraliza su posición y ayuda a sus compañeros en esa labor de empuje. No es, ni mucho menos, lo que hace Mavuba en este equipo. El jugador nacido en el mar es una auténtica roca. A sus 29 años está en un momento de forma pletórico. Pocos jugadores de la Ligue 1 pueden presumir de haberse escapado de él. Su físico y sus cualidades técnicas le hacen recuperar todo tipo de balones. Va bien al suelo, cuerpea muy bien, siempre está bien posicionado y realiza un importante despliegue sobre el césped si es necesario ayudar defensivamente a algún compañero. Es de los '5' europeos más fiables del momento.

En la línea defensiva, los laterales acostumbran a hacer una gran labor de cierre de la banda. Además, ante delanteros móviles, consiguen no despistarse y cerrar sin excederse, evitando con ello segundas jugadas o despistes varios. Los centrales, paradójicamente, pueden ser catalogados individualmente como los jugadores menos valiosos del once base. El montenegrino Marko Ba?a es el más destacado del eje de la zaga. Cumple bien en sus funciones, sabe ir al suelo, no arriesga en demasía y tiene un buen salto que le permite ir bien por alto. El danés Simon Kjaer es mucho más alocado y desordenado. Aunque cada vez es más cauto, es quien más expone a la defensa y al colectivo con sus intentos de salida y de robo de balón, así como con sus salidas en persecución (o no) de atacantes rivales.

Una de las joyas de este Lille OSC, además de Mavuba, es su guardameta: Vincent Enyeama. El internacional nigeriano, de facto el mejor portero de África en la actualidad, es todo un seguro entre palos. Es un arquero que habitualmente demuestra reflejos, agilidad, mucha velocidad de reacción, buena colocación, buena salida y atrevimiento bien entendido. Reacciona bien tanto en jugadas dinámicas como en el balón parado. Los más de 1000 minutos que lleva imbatido no son solo mérito del esfuerzo colectivo, sino también de sus grandes paradas ante todo tipo de rivales, desde Bakambu hasta Falcao.

Así como el LOSC solo ha encajado 4 goles y es numéricamente el mejor colectivo de Europa en términos defensivos, el equipo tiene dificultades para marcar goles. Hay un total de 10 equipos en la Ligue 1 que han marcado más de los 18 tantos que lleva el conjunto norteño. Es cierto que hasta ahora esto no ha sido un problema, pues el Lille gana partidos por poca diferencia, pero en cualquier momento los goles trascendentes podrían dejar de producirse. En la búsqueda del gol se notan ciertas carencias achacables al esfuerzo defensivo del equipo. Valgan como ejemplo los dos déficits más fáciles de apreciar en fase ofensiva que hacen que al Lille le cueste proponer en los partidos. Por una parte, la solidaridad de Gueye y Balmont hacen que aparezcan en el área menos de lo que deberían, restándole valor a la movilidad y los ofrecimientos del móvil Roux. Por otra, los laterales, centrados en seguir al volante rival y en cerrar el costado, aparecen con poca frecuencia cerca de la línea de fondo, desvaneciéndose así la posibilidad de aprovechar el juego exterior (Kalou y Rodelin son volantes puros de tendencia muy interior y Martin es mediapunta).

Además, se aprecian algunos detalles que, a veces, ponen en situaciones comprometidas al equipo mientras defiende, como la desigualdad en los apoyos (Rodelin no apoya tanto como Kalou, por ejemplo) o el riesgo asociado a que Mavuba salga de la zona del '5' para ayudar. Son detalles que pueden provocar daño si el rival transita o juega por dentro y que, de momento, son anecdóticos en uno de los mejores sistemas defensivos del continente.

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