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Real Sporting - Ponferradina: Un minuto de locura y sacrificio sin desmayo (2-1)

Dos fogonazos de Sergio y Carmona rescataron al Sporting y le abrieron las puertas de otro triunfo cimentado en el sudor y el corazón

Sesenta segundos desmelenados en la frontera de la hora de partido sirvieron al Sporting para adentrarse en la senda de su segundo triunfo consecutivo. Un rebote afortunado en un muslo de Sergio Álvarez y un gran remate con la zurda de Carmona tras un centro tenso de Jony, dejaron aturdida sobre la lona a una Ponferradina que no acertaba a comprendér qué había pasado para que un púgil previsible y torpe le asestara dos directos a la mandibula contundentes. Ni siquiera que el conjunto rojiblanco se autolesionara con el gol en propia de Álex Menéndez, con casi veinte minutos por delante, activó a los bercianos en la búsqueda de la igualada. El Sporting no se descompuso y apretando los dientes hasta el final supo gestionar una ventaja que le hubiera costado imaginar fuera de ese minuto desbocado.

El encuentro arrancó con el Sporting derrochando intensidad en cada balón y tratando de acosar a la Ponferradina. A los cinco minutos un centro impreciso desde la izquierda de Álex Menéndez lo remató en el primer palo Álex Barrera fuera. Casi a renglón seguido Jony envió a las nubes un balón rechazado por la defensa berciana a la salida de un corner. Sin embargo, la Ponferradina no se sobresaltaba porque los rojiblancos, lejos de presionar su salida de balón, se limitaban a cerrar las líneas de pases interiores para no sufrir por dentro, además la defensa gijonesa estaba demasiado retrasada.

Una espectacular jugada individual de Jony volvió a poner algo de picante al duelo superado el cuarto de hora. El cangués le tiró un cañó a Acorán y con una velocidad insultante se llevó a Jonathan y Carpio para adentrase en el área, pero cuando se disponía a centrar Andy envió el balón al córner. Lo botó el propio Jony hacia la zona del punto de penalti y allí apareció Bernardo para en sacar una difícil volea con su zurda que se fue por encima del larguero de Moldovan.

A los veinte minutos, Alan casi paga muy caro un exceso de confianza dentro del áera, un combativo Guerrero le robó la cartera sobre la línea de fondo con la cabeza y puso un balón para la llega de Barrera que el de Viella no acertó a conectar. Siete minutos después, el polivalente centrocampista gozó de otra ocasión tras un fuera de banda botado por Luis Hernández. Guerrero lo ganó y le sirvió al sierense otro balón que remató mordido y Andy sacó con su cabeza. Entre una y otra oportunidad el Sporting ya se había enmarañado a causa de sus imprecisiones con el balón en los pies y de un deficiente posicionamiento táctico que permitió al conjunto de Manolo Díaz ir ganando terreno paulatinamente. En pleno crecimiento berciano Carpio ejecutó un centro al primer palo que Yuri cabeceó fantásticamente buscando la cepa del poste derecho de Cuéllar. El balón no econtró objetivo por centímetros.

A Abelardo no le gusta nada lo que estaba viendo y trató de reactivar a los suyos cambiando de banda a Carmona y Jony. Lejos de mejorar, el equipo fue a peor. Todo lo contrario que la Ponfe que hizo sufrir de nuevo a Cuéllar con un centro de Carpio superada la media hora que tras rebotar en la espalda de Bernardo, obligó al meta extremeño a emplearse en dos tiempos. En plena ofensiva visitante, Luis Hernández puso un centro al área berciana a los treinta y ocho minutos que de nuevo Barrera no acertó a dirigir hacia la portería de Moldovan. Lejos de amilanarse, la Ponferradina pudo acribillar al Sporting casi a renglón seguido. Jony perdió un balón en campo propio y Pablo Infante lo aprovechó para filtrar un pase a la espalda de Luis Hernández que dejó a Yuri mano a mano ante Cuéllar. El emeritense aguantó al brasileño hasta el último momento y salvó la vida a sus compañeros al desviar por encima del larguero con su muslo derecho el disparo del delantero. Con ese susto en el cuerpo, pero sin mayores daños, llegó el Sporting al descanso.

'Sesenta segundos desmelenados en la frontera de la hora de partido sirvieron a un Sporting que derrochó sacrificio y corazón para adentrarse en la senda de su segundo triunfo consecutivo'

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