La preocupación se ha instalado en el conjunto blanquiazul. No se trata de la primera derrota del Tenerife en esta Liga, pero quizás ninguna con la mala imagen del partido que se disputó este sábado en el Carlos Belmonte. Tres balones parados le dieron la victoria a un Albacete que acabó pidiendo la hora por una genialidad de Cristo González. Sin embargo, lo que cuenta es que el Tenerife pierde ante un rival directo en la lucha por evitar la pérdida de categoría.
Casi no había pasado nada en el choque cuando Portu provocó una indecisión entre los zagueros que el atacante del conjunto manchego llegara al área pequeña, aunque no pudo orientar su disparo (2?). Y sin que pasara nada, con un Albacete que empujaba, penalti de Vitolo por mano que Chumbi envía a la cruceta. El Tenerife, en su partido más importante, había salvado su match ball del choque. Y todo eso en seis minutos de partido, en los que el Tenerife apenas había inquietado la meta de Dorronsoro. Solamente dos malos controles del propio guardameta pusieron algo de nervios en la grada.
Los manchegos perdieron un poco el ritmo y lo acabaron pagando. Balón que roba Carlos Ruiz, Albizua recorta ante la presencia de Antoñito, mete un centro raso que pasa entre seis piernas entre locales y visitantes y Rivero no perdona en el segundo palo con la zurda ante la presencia testimonial de Dorronsoro. Un Tenerife buen posicionado y un error clamoroso de la zaga blanca provocaron que el conjunto insular pusiera en ventaja sobre el Albacete. Pero poco duró la alegría. Raúl Cámara cede un córner evitable, el saque de esquina acaba en el segundo palo y Chumbi remata a puerta vacía para poner el empate.
Habían pasado demasiadas cosas en tan solo 20 minutos de partido, por lo que tocaba darle otro aire al choque para no entrar en otro ida y vuelta que pudiera ser más perjudicial. Partido de nuevo igualado y con un Albacete que quería llevar de nuevo la iniciativa. Juan Carlos sería el siguiente en intentarlo desde la frontal, aunque su disparo lo atajó Dorronsoro sin dificultad (27?). Momentos de letargo, con algún cambio posicional, como las bandas del Tenerife, cuando Álvaro Cervera envió a Rivero sobre la izquierda y a Juan Carlos a la derecha. La primera parte había decaído en intensidad y eso lo notaban los dos conjuntos.
No pasó nada más. 20 minutos excesivamente intensos y 25 minutos donde no el público pudo estar tranquilamente ocupado en otra tarea. Tocaba remar para intentar sacar el choque en los segundos 45 minutos de partido, para culminar este choque clave con un triunfo. Sin cambios, misma apuesta que en la primera mitad. Pero, no sirvió. Saque de esquina que saca el Albacete en corto, centro al área y Chumbi de cabeza marca casi a placer ante Dani Hernández. Otro balón parado que hacía mucho daño a la zaga tinerfeñista y con una pasividad defensiva preocupante en la zaga blanquiazul.
Solo Juan Carlos intentaba poner algo de peligro, con otro disparo desde la frontal, aunque esta vez su lanzamiento se marchó por encima de la meta de Dorronsoro (48?). El Tenerife acusó el golpe del gol y acabó pagándolo. Otro balón parado. Otro balón colgado y Pulido solo remata de cabeza sobre la meta de Dani Hernández. Imperdonable. El Tenerife había encajado tres tantos a balón parado en el partido en el que se jugada la vida en la temporada. Cervera intentó arreglarlo dando entrada a Cristo González por Aridane, pero el panorama no cambió. Y eso que hubo un gol anulado al propio Cristo González por fuera de juego.
Pero al pibe le quedaba un recurso. Nueva acción de ataque, balón que recibe Cristo González y con una impresionante vaselina pare recortar distancias en el marcador. Desde entonces el Albacete pareció acusar el golpe y pudo ponérsele el partido peor si De La Fuente Ramos no hubiese anulado un gol de Carlos Ruiz que no era fuera de juego ni de lejos, pero que el asistente castellano leonés invalidó por supuesta posición antirreglamentaria. El cuadro local ya solo creaba peligro con alguna acción aislada para intentar descolocar al conjunto tinerfeñista, que tampoco tenía clara la idea para buscar el ataque.
El partido agonizaba mientras el Tenerife intentaba cercar la meta de Dorronsoro. Tanto era así, que el público empezó a tirar de su equipo de cara a que no decayera en los últimos minutos el trabajo y la intensidad. Pero no hizo falta. El Tenerife casi había renunciado a los últimos minutos del choque ante la imposibilidad de meter algo de peligro en la meta albaceteña. Era la puntilla a un mal partido de los dos equipos que termina con una derrota dolorosa y que puede traer consecuencias en el Tenerife. Mal partido, mal resultado y mala imagen a pesar del intento de reacción final. Las próximas horas serán clave.
