Origi entra en escena

Divock Origi. A este nombre responde uno de los nuevos objetivos que está manejando el Atlético para reforzar la delantera. Un jugador para acompañar a Mandzukic a la hora de finalizar las jugadas, un futbolista, en definitiva, que aporte los tantos que lleven a los rojiblancos a cumplir los objetivos en el próximo curso.

No se trata, en todo caso, de un delantero puramente goleador, como demuestra el hecho de que apenas anotó seis tantos con el Lille en su última temporada. Cumpliría, de fichar por el Atlético, el rol de segundo punta, donde aportaría velocidad y desborde gracias a su potencia y a su regate. Su versatilidad le permite, además, jugar en ambos extremos, lo que daría grandes variantes al Atlético de Simeone.

Origi es un joven portento que, a sus 19 años, ha alcanzado la fama internacional tras firmar un espectacular Mundial. El belga llegó con la vitola de secundario, a la sombra de Lukaku, y terminó siendo uno de los bastiones de un combinado que llegó hasta los cuartos de final.

Hijo de futbolista

Formando en el Genk, el mismo equipo del que salió Thibaut Courtois, el Lille apostó por él en 2010, cuando Origi apenas tenía 15 años. Su talento ya causaba estragos en las categorías inferiores de una selección belga que, como hemos escrito, le ha llevado a la élite en el último Mundial. Hijo de Mike Origi, uno de los mejores futbolistas que ha dado el fútbol keniano, está a un paso de saltar a la primera fila del fútbol continental.

El fichaje de Mario Mandzukic, hay que recordar, no será el único que realicen los rojiblancos en ataque, ya que han perdido en las últimas semanas a Diego Costa, Villa y Adrián. O, lo que es lo mismo, a los tres puntas, además del reconvertido Raúl García, con los que contó Diego Pablo Simeone durante el pasado ejercicio.