Nadal es indestructible

Rafa Nadal superó a Mardy Fish como si nada, igual que en los cinco enfrentamientos anteriores. El estadounidense, noveno jugador mundial, llegó a la cita amenazando con un saque que sólo había cedido una vez en 65 juegos. El manacorí se lo rompió de inicio, tres veces en la manga inicial.

Un aviso de lo que vendría después, de su absoluto dominio, sólo mitigado por un despiste en la tercera manga que le hizo disputar una extra. Victoria por 6-3, 6-3, 5-7, 6-4, con una superioridad insultante, más teniendo en cuenta que dos días atrás palidecía pensando que el torneo se había acabado para él por la lesión en el pie izquierdo sufrida ante Del Potro.

Nadal es indestructible salvo que la dolencia sea de baja incondicional. La actual está diagnosticada (inflamación en la zona de los tendones peroneos) y tratada con éxito (fisioterapia y antiinflamatorios), bajo control. Dada la importancia del torneo, apostó sobre seguro acordando con el médico anestesiar el punto dolorido.

Cero molestias durante el encuentro, camino seguro hacia su quinta semifinal en el All England Club porque tenísticamente se encuentra pletórico. Campeón en 2008 y 2010, suma diecinueve partidos consecutivos ganados en la hierba de sus sueños.

"Sí, seguramente el pie estará peor dentro de dos días, pero la lesió no es grave y hay que elegir: o te vas a casa, a la playa, o haces un esfuerzo, vas al límite para intentar irte lo más tarde posible. Wimbledon es muy importante para mí y hay que hacer todo lo posible", advierte Nadal.

No hay riesgo de agravar el mal físicamente, y sólo una hecatombe descontrolada podría apartarle de la lucha por su tercer Wimbledon, su undécimo título de Grand Slam. Se reencontrará con el escocés Andy Murray, verdugo impecable de Feliciano López, que tampoco a la tercera rompió la barrera de cuartos. Hace doce meses superó al británico, esperanza local para acabar con una sequía que data de 1936,por 6-4, 7-6 (4), 6-4. El palmarés total es favorable al español por 11-4.