La auditoría revela que el Valencia «es viable» pese a estar en quiebra

El Valencia es económicamente viable y en 2016 no le hará falta vender futbolistas para cuadrar sus presupuestos. Así lo aseguraron ayer el presidente de la Fundació máximo accionista de la entidad, Aurelio Martínez, y el del club, Amadeo Salvo, durante su comparecencia conjunta para explicar con detalle los resultados de la auditoría externa elaborada por la empresa KPMG, un requisito que los nuevos gestores solicitaron para iniciar su proyecto. El informe revela, eso sí, lo que todo el mundo ya sabe: la delicadísima situación financiera del Valencia, con una tesorería condicionada a la venta de activos para mantener la actividad de la sociedad y con una deuda neta (275 millones de euros) superior a su patrimonio. En términos económicos, significa que el Valencia está en un estado de quiebra técnica. Reversible, eso sí.
La auditoría, que le ha costado al Valencia unos 180.000 euros, no arrojó grandes sorpresas en torno a la gestión del consejo de administración de Manuel Llorente. «Fue positiva, pero con matices», aseguró Aurelio Martínez. «Los datos son los mismos que teníamos», añadió. «Aunque se trate de números, pueden interpretarse de forma distinta», explicó para justificar la discordancia de algunas cifras.
Según la memoria de KPMG, la deuda bruta del Valencia es prácticamente la misma que dejó el Valencia de la era Llorente (354 millones). Sin embargo, revela que esta se ha reducido en 66 millones en los últimos tres años, por los 190 que anunció Llorente al final de su ciclo (el débito pasó de 550 a 360 millones durante su mandato). La ampliación de capital que el club realizó en 2009, por un valor 92 millones de euros, parece ser un factor importante a la hora de interpretar estas diferencias.
Los matices a los que Martínez se refirió sobre la gestión de Llorente no son otros que la incapacidad del club para hacer frente a la crisis y a la caída del número abonados en las últimas temporadas. Un asunto que los anteriores gestores afrontaron en la recta final de su mandato, con la decisión de abaratar el precio de los pases. Y que está dando resultado, de momento.
«En resumen, no se han visto irregularidades en las cuentas del Valencia. Los datos coinciden», explicó el presidente de la Fundación con su herramienta habitual de trabajo, las diapositivas.
Mientras la auditoría deja al descubierto el desfase entre la deuda y el patrimonio «a día de hoy, el patrimonio no tiene precio», reconoció Aurelio, revela también el cumplimiento del Valencia con el erario público, un dato del que presumía Manuel Llorente y ahora lo hacen los actuales gestores. Según la auditoría, toda la deuda del Valencia es con los bancos (la mayor parte con Bankia). No hay pagos pendientes con otros clubes ni hay hipotecados ingresos de futuro. «El Valencia es viable, pero hay que vender jugadores hasta 2016 para cuadrar la tesorería», aclararon los dos dirigentes.
Nada se supo de los supuestos contratos blindados, ni de Voss Marketing ni de ingreso supuesto doble por la venta de la torre del solar que ingresó el club durante la gestión de Llorente. Ni tampoco del informe de la Universitat de València que encargó el abogado Andrés Sanchis y que reflejaba «graves errores» de la anterior gestión.