2013 lo tendrá francamente difícil para superar a 2012 en el Real Jaén, un año casi perfecto al que solo le faltó la guinda del ascenso. Juego de altos quilates, al día en los pagos, recuperación de prestigio, repercusión positiva en los medios nacionales, el Atlético de Madrid, liderato, un play off inesperado. Por todo ello, el deseo de Manolo Herrero es seguir por la misma senda en este nuevo ejercicio.

«Ojalá en 2013 todo fuera como en 2012, en cuanto a juego y resultados», solicita el andujareño, que inquirido por la posibilidad de lograr esta vez sí la guinda, subir a Segunda A, contesta rápido. «El ascenso también, por supuesto, por pedir... Vamos a intentarlo. Es muy difícil aguantar el tirón ahí arriba todo lo que queda, hay que tener un equipo muy bueno. Y cuando digo un equipo muy bueno no me refiero a once o doce jugadores, sino a toda una plantilla, porque habrá sanciones, bajas, lesiones... Aunque es verdad que si no variamos tenemos nuestras posibilidades, todo depende de nosotros y también, claro, de los contrarios. Nosotros estamos ahí porque lo hemos merecido, sin duda, pero hemos ido al límite. Hay otros equipos que están muy cerca y que tienen más margen de mejora», señala.

El ascenso con el Real Jaén sería para él la consecución de un viejo sueño, por encima de otros como el de entrenar algún día en Primera División. «Es lo máximo que puedo desear. Ahora mismo es mi sueño, se podrá decir que entrenar en Primera o algo así, pero ahora mismo solo pienso en eso y quiero ser realista. Lo veo muy difícil, porque primero hay que llegar al play off, que no es fácil, y luego los rivales. Pero por lo menos lo vamos a intentar. Cuando dejé de ser futbolista tenía dos sueños, entrenar al Real Jaén y ascender, porque como jugador no pude hacerlo, me fui cuando se logró; y el otro entrenar al Nástic, porque estuve allí cuatro años y me trataron fenomenal y es un club al que tengo mucho cariño», explica el entrenador jienense, que cumple en enero dos años como primer técnico del conjunto blanco.