4.793.283 resultados, 29.450.556 comentarios, 1.037.175 imágenes, 80.044 vídeos, 86.434 noticias

La Champions más desigual de los últimos años

Hace 2 años por Besoccer
|

El próximo martes 14 de septiembre arranca la que se podría denominar para la mayor parte del planeta futbol como la competición de clubes más prestigiosa del mundo. Y si hay alguien capaz de rebatir eso, lo que no podrá negar es que es el trofeo más deseado de todos. Una competición que se ha labrado su status con el paso del tiempo, pero que en los últimos años afronta una brecha. Una brecha que no coloca a todos los equipos en igualdad de condiciones para conseguirla y que la UEFA parece dispuesta a permitir. Y en este mercado de fichajes que recién finaliza se ha puesto nombre y apellidos al problema: Paris Saint-Germain.


El equipo galo pertenece a la exclusiva nómina de equipos llamados 'clubes-estado', que cuentan con un país tras de ellos asegurándoles una financiación ilimitada. En el caso de los parisinos es Catar la encargada de hacer esa tarea. Y aunque en la teoría hay unas reglas para impedir que las grandes fortunas hagan y deshagan a su antojo, en la práctica no se aplican como deberían. Y eso pone en desventaja a equipos que sí tratan de cumplir lo máximo posible con esas directrices. Real Madrid, Atlético de Madrid, Juventus o Bayern de Múnich. Todos ellos candidatos también año a año a este trofeo.


Pero si en su propia liga el París parece tener vía libre para sobrepasarse con los gastos, ¿quién es el valiente que puede pararle los pies en Europa? Teóricamente debería ser UEFA, pero no está ocurriendo así. Con un elenco de estrellas como Messi, Neymar o Mbappé en sus filas, quién puede dudar que sea el máximo favorito. Y si lo es en el torneo de clubes más importante de Europa, qué decir de la Ligue 1. Las casas de apuestas en España registran la mayor desigualdad en apuestas de la historia en los favoritos a la liga francesa. Nunca los capitalinos habían sido tan favoritos con tanta superioridad sobre los demás.


El problema es que en Francia las reglas sobre el límite salarial son diferentes con respecto al resto de Europa. Complicado competir así. Ya la final de la campaña pasada tuvo a otro club-estado como el Manchester City como finalista y a un equipo como el Chelsea con un multimillonario como Román Abramóvich detrás como campeón. Y para esta campaña y las posteriores no apunta a haber ningún cambio. El nuevo fútbol.


Límites a la carta


La Ligue 1 ha tratado en la época más actual de establecer un límite salarial, con el que los salarios de los equipos no pudieran exceder el 70% de sus ingresos, al igual que el llamado como ratio de solvencia. Este último se basa en que el capital de los clubes no supere su deuda financiera. Desde el año 2018 los directivos de la liga tratan de conseguir su implantación, pero cuando más cerca parecía estar el covid ha retrasado su proceso y lo ha evaporado. Lo que sí que se establece en las reglas del fútbol profesional francés es la firme intención de que los clubes no entren en pérdidas, si bien luego no especifica que haya ninguna forma no lícita de compensarlas.


Es decir, una inyección de dinero por parte de un jeque no sería mal vista por la liga gala, al menos a priori. Y eso es lo que juega en favor de un PSG, que a pesar de haber perdido 400 millones de euros en los dos últimos cursos se ha hecho con los servicios de Leo Messi y Sergio Ramos este verano. A coste cero, pero con salarios desorbitados. Mientras tanto el resto de la Ligue 1 se desangra con 2.600 millones de pérdidas desde 2019. Una competición en jaque y que sin más remedio debe abrir la mano en sus medidas más restrictivas para optar a la supervivencia.


Mientras tanto, la liga española tiene desde 2013 establecida la norma del tope salarial, el cual ha dado unos tremendos dolores de cabeza a equipos como el Barcelona para poder inscribir a sus futbolistas en este último mercado estival. De hecho, han tenido que dejar escapar a Messi, si bien se ha permitido que la entidad blaugrana se haya endeudado hasta unos niveles estratosféricos. Todo sistema tiene su trampa, pero el de España parece algo más justo. De hecho, de los grandes equipos de Europa son los españoles los que mejor balance entre ingresos y gastos registran.


Real Madrid y Atlético de Madrid solo han perdido 47 y 78 millones respectivamente en los últimos cinco años. Liverpool, Bayern y Juventus están por debajo de los 200 millones. Sin embargo, el PSG se va hasta los 370 millones y el Manchester City hasta los 634 millones. Unos datos aportados por Transfermarket y que dejan en evidencia que los clubes-estado tienen cheque en blanco.


Pero quizá lo más sorprendente de todo, si es que a alguien puede sorprenderle a estas alturas, es que la UEFA no tome cartas en el asunto. Desde Alemania ya surgió la idea de establecer un límite salarial europeo común para todos, predicando con el ejemplo en el Bayern de Múnich, que hace muy poco se puso su propio techo salarial. ¿Qué han hecho los responsables de la Champions? Todo lo contrario. Con el covid como excusa perfecta, piensan establecer nuevas normas en las que no controlarán tanto la situación financiera de los equipos en el futuro, sino que se centrarán en los gastos en fichajes.


La especulación de que la UEFA trata de beneficiar a aquellos clubes que le fueron fieles en la disputa con la Superliga cobra fuerza, si bien es algo complicado de demostrar. La Champions League tiene dos nuevos poderes económicos que van a liderar y desigualar todo su sistema. Solo el fútbol puede evitárselo.

No hay comentarios

Tags relacionados