Manolo Sánchez y Julio Velázquez tienen muchas cosas en común. Ambos son los dos entrenadores más jóvenes de la categoría, dos hombres de la casa que tienen ante sí el gran reto de devolver a dos de los equipos con más nombre de Segunda a la máxima categoría, dos apasionados del fútbol y de la cantera que están viviendo el sueño de sentarse en el banquillo de dos de los gallitos de la División de Plata.

El técnico del Sporting y el del Villarreal se enfrentan este domingo, con el objetivo de sumar tres puntos que hagan renacer al conjunto gijonés, en el caso del primero, y mantenerse en la pugna por el liderato con el Elche, en el del segundo.

A sus 30 años, Julio Velázquez está siendo la gran revelación de la Liga Adelante, pese a que ya debutó el curso pasado en la categoría, salvando al filial del submarino del descenso tras la marcha de José Francisco Molina al primer equipo. Un técnico precoz -comenzó en los banquillos a los 15 años-, que se ganó la confianza de los Roig para dirigir el proyecto del primer equipo del Villarreal en Segunda, tras el fallecimiento de Manolo Preciado.
La apuesta por un preparador de la casa y conocedor de la cantera está dando resultados. Los números le están avalando. El conjunto castellonense es el único que sigue la estela del líder, el Elche, y, junto al cuadro franjiverde, son los clubes que no conocen la derrota. Con cinco triunfos -Castilla, Guadalajara, Ponferradina, Hércules y Córdoba- y dos empates -Sabadell y Las Palmas-, el Villarreal se ha ganado el cartel de favorito al ascenso.

El domingo, Velázquez se medirá al otro 'niño' de los banquillos de la División de Plata. De la misma 'quinta' que Sergio Lobera, técnico de Las Palmas (1976), pero unos días más joven, Manolo ha cumplido, a los 36 años, el sueño de dirigir a su Sporting. Entrenador desde 2008, tras colgar las botas y hacerse cargo del banquillo del Racing de Ferrol, el gijonés está viviendo una situación diferente a la de Velázquez.

Con el equipo asturiano en descenso -tras cuatro derrotas, dos empates y un triunfo- ya ha sido cuestionado, pero la directiva ha decidido seguir confiando en su trabajo para devolver al Sporting a lo más alto. El encuentro ante el Villarreal será clave para su futuro. Manolo aseguró, tras ser ratificado y salvar así su primer 'match ball', sentirse 'con fuerzas para reconducir la situación actual'. El domingo tendrá una prueba de fuego frente a su colega más joven.