Rakitic imprime su sello al centro del campo azulgrana

Sustituido en Manchester pese a ser de los mejores contra el City, Ivan Rakitic ha sido el único centrocampista que ha repetido titularidad en detrimento de Sergio Busquets y Andrés Iniesta y en favor de Javier Mascherano, mediocentro con Marc Bartra y Jérémy Mathieu por detrás, y Xavi Hernández. El croata ha dado la razón con creces a la confianza de Luis Enrique siendo protagonista directo en los tres goles del Barça amén de no bajar nunca el pistón en la zona ancha blaugrana, demasiado laxa e inconsistente en el Nuevo Los Cármenes.

Si ante el Granada ya marcó en la primera vuelta con un espléndido testarazo en boca de gol tras un centro de Leo Messi, Rakitic ha vuelto a hacer gala de su llegada esta tarde. Sólo él siguió la jugada tras un envío largo de Jordi Alba que Luis Suárez no tradujo en gol. Su defectuoso disparo no fue bien despejado por Cala, que regaló el 0-1. Pero alguien tenía que estar ahí para meterla dentro y fue Rakitic, con su cuarto gol en esta Liga y el quinto de la temporada, quien abrió la lata, lo más deseado para despertar de otra siesta peligrosa a las cuatro de la tarde.

No descansó el balcánico nacido en Suiza, que a punto estuvo de fabricar un golazo de videoteca con Messi. Tras un acelerón del argentino, se abrió a la banda derecha y se la devolvió de primeras. Leo remató de volea alto por muy poco. Fue otra muestra del gran sentido táctico de Rakitic, cuya presencia en el once blaugrana sigue generando debates incomprensibles mientras se reclama insistentemente que juegue Xavi, gris en Granada sin aportar lo que más se espera de él, capacidad de dar pausa y sensación de control en muchos lances de un partido descontrolado.

Con Mascherano más pendiente de auxiliar a Bartra y Mathieu, muy aculados y poco certeros en la salida de balón, Rakitic se hinchó a correr para que la media no se estirara aún más sin perder de vista tampoco su vocación ofensiva, la misma que se tradujo en dos asistencias geniales que acabaron de rematar el triunfo.

El halo de esperanza que concebía el Granada para aprovechar el nerviosismo blaugrana en algunos compases derivó en una línea defensiva muy avanzada, el escenario ideal para el croata, hábil como pocos rompiendo zagas con balones por encima. Y así llegó el 0-2. Rakitic se arrimó a Suárez y le devolvió la pared con un pase genial que el uruguayo acabó transformando en el segundo.

Y cuando el Granada empató con el penalti cometido por Marc Bartra y ejecutado por Fran Rico y devolvió la emoción de inmediato a la tarde, apareció de nuevo Rakitic. El ex del Sevilla, con algunos amigos en las gradas del estadio granadino, prácticamente calcó la asistencia para Suárez. El uruguayo pudo marcar. Finalmente lo hizo Messi pero más de la mitad del tanto llevó el sello de Rakitic, que incluso pudo celebrar su primer doblete como barcelonista con un disparo lejano a pase de Neymar que acabó en las manos de Oier Olazabal.