Que nadie se acuerde.

Afición del Celtic.

Celtic Park.

Lo que más le interesa al Celtic es que nadie se acuerde del partido de vuelta que se disputará este martes. Que nadie retenga en la memoria la visita del Maribor, que el recuerdo de este choque permanezca borroso. Que sea un encuentro más entre una de las muchas previas europeas que ha superado el Celtic en su historia. Porque pocos se van acordar de esta eliminatoria si el Celtic gana, de forma más o menos ajustada, más allá de la anécdota de que es el cruce inmediatamente posterior a la derrota frente al Legia. Incluso si golea, lo más probable es que el resultado se relativice ante la entidad del oponente. Pero si cae, además en Celtic Park, la eliminación rozaría la humillación. Entonces, en lo que sería una noche histórica para un Maribor que no juega la fase de grupos desde 1999, todo Escocia se acordaría del 26 de agosto de 2014. La mitad lloraría de tristeza. La otra mitad, de alegría mientras busca el ascenso a primera.

Sería más grave todavía viendo que el Celtic reservó a casi todo el equipo titular en el último choque liguero ante el Inverness. Cayó por 1-0, pero le compensará si supera la eliminatoria europea. El empate a uno del partido de ida deja el cruce suficientemente abierto, pero el Maribor está obligado a marcar en un ambiente hostil como Celtic Park. Aunque al conjunto esloveno le resultará muy complicado resistir y sacar un empate a goles o una victoria si se muestra tan frágil y poco contundente en su área como suele ser habitual. Los centros laterales siempre ponen en dificultades a Jasmin Handanovic y a menudo se producen errores de concentración que en días de competición europea salen particularmente caros. Sin embargo, si mantiene la eliminatoria viva hasta el descanso puede aprovecharse del creciente nerviosismo que se vivirá en Celtic Park si al conjunto local le cuesta encarrilar la eliminatoria pronto o si el Maribor enlaza varios minutos en los que logra pasarse el balón en campo contrario. Aunque plantee los encuentros europeos al contraataque, los eslovenos muestran su mejor versión cuando encadenan varios pases y se instalan en campo contrario, pues poseen a varios futbolistas determinantes a los que Filipovic siempre puede encontrar.

Ronny Deila, entrenador del Celtic: 'El Maribor jugó de forma muy táctica en casa y hará lo mismo aquí. Será muy difícil detenerlos porque son muy buenos al contraataque'.

Pero si se juega en la mitad de campo visitante, el Celtic concederá muy pocas opciones al Maribor, que debería completar una actuación épica para superar la eliminatoria: que el balón que rebota en el palo sea escupido por la madera y no acabe dentro de la portería, que los defensores saquen los cabezazos sobre la línea de gol, que Bohar esté fino en el contraataque, que Ibraimi o Vrsic muestren su buen golpeo... demasiados factores que se deben combinar. Más factible es que Johansen bata la zaga eslovena con un notable pase en profundidad, que el futuro internacional escocés McGregor -recién convocado con la absoluta- desequilibre mediante sus conducciones o que Berget, Stokes y Griffiths encuentren la red visitante. Más complicado era remontar ante el Shakhter Karagandy el año pasado. Entonces Glasgow creyó que era posible y lo demostró. Ronny Deila necesita una noche así.

Ronny Deila: 'Estamos más en forma y nos conocemos mejor. Los jugadores saben mejor lo que esperamos. Estamos mejorando cada día'.

  • JVJ2
    Hace 9 años JVJ2 dice: Pues parece que rozará el ridículo pues a falta de pocos minutos para el final, va perdiendo el equipo escocés¡¡¡¡..segura mente al final el fútbol coloca a cada uno donde le correspondía¡¡¡
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