'Pura lógica competitiva'

El Mundo.- Fue el miércoles cuando, acompañada por su padre, José Antonio, y por su entrenador, Alejo Mancisidor, Garbiñe Muguruza se reunió con Miguel Cardenal, secretario de Estado para el Deporte, para comunicarle su decisión de representar a España en las competiciones internacionales.

La tenista, hija de padre español y madre venezolana, debía elegir antes del 7 de noviembre, fecha impuesta por la Federación Internacional de Tenis para que pueda participar en la Copa Federación del próximo año como requisito previo para hacerlo en los Juegos Olímpicos de Río, en 2016.

'Ha sido una decisión realmente difícil, meditada y delicada por los vínculos tanto personales como familiares que me unen con ambos países. Llevo a Venezuela y a España en la sangre y en el corazón. Y tengo a mi familia repartida en ambos países', expresó la número 23 del mundo a través de un comunicado que también recoge la bienvenida de Cardenal, quien había mantenido diversos encuentros con ella en los últimos meses.

Muguruza, de 21 años, se ha anticipado a la fecha límite con el fin de disputar el Masters de dobles, que se inicia el miércoles en Singapur, liberada de la presión que suponía decantarse por uno de los dos países.

El tándem que forma junto a Carla Suárez, a quien le une además una magnífica relación, ha sido uno de los motivos de que haya optado por España, pese a que Venezuela, donde su progenitor dirige una empresa metalúrgica vinculada al Estado, también apostó fuerte porque defendiera sus intereses.

Su formidable proyección, que ratificó alcanzando los cuartos de final de Roland Garros después de arrollar a Serena Williams, había intensificado el deseo de ambos países. La incertidumbre acabó por condicionar su rendimiento a nivel individual.

Después de ganar a principios de año, en Hobart, su primer título individual, partiendo de la fase previa, y de completar un curso notable hasta la irrupción en París, los resultados decayeron. De un lado estaba el vértigo por su nuevo estatus. De otro, la necesidad de definirse por España o Venezuela.

Llegó a pensar en trasladarse a Estados Unidos, pero finalmente ha prevalecido el horizonte profesional que le facilita competir por nuestro país. Junto a Carla Suárez forma una pareja con posibilidades de pelear por una medalla olímpica en Río.

La jugadora canaria, también afincada en Barcelona, es además un complemento sólido para devolver a España a la máxima categoría en la Copa Federación y buscar objetivos mayores en el futuro.

Paralelamente, Cardenal ejercerá de mediador en la búsqueda de contratos de patrocinio difícilmente viables como venezolana, dado el papel del todo irrelevante que posee esta nación en el mundo del tenis.

Conchita Martínez, capitana del equipo español, manifestó ayer su satisfacción por poder contar con ella. 'Siempre he tratado a Garbiñe como una más del equipo', dijo.

Muguruza se ha movido con exquisita delicadeza con la Federación de Venezuela de Tenis, a la que hizo llegar inmediatamente la decisión, fruto de su propia iniciativa, pues su familia le otorgó desde el principio absoluta libertad.

Era consciente de que necesitaba resolver el asunto cuanto antes, con el fin de que las dudas no le cobraran un innecesario peaje sobre la cancha.

Después de entrenar en Barcelona junto a Carla Suárez a lo largo de toda la semana, hoy acudirá a una boda de su prima en Eibar antes de desplazarse mañana a Singapur. Ya, al margen de las diatribas, tranquila, decidida a alcanzar la élite con España como bandera.