Marcadorint.com.- La portería del Oporto tan sólo había conocido un gol en contra en los ocho partidos iniciales de la 'era Lopetegui'. Un gol, tantos como encajó en el primer minuto de juego este viernes en el Estadio José Alvalade. El mal inicio del Oporto en la casa del Sporting de Portugal no fue un espejismo, sino un aviso de lo que estaba por llegar: una convincente y dominante actuación del conjunto leonino durante 45 minutos.
Se encontró Julen Lopetegui con los minutos más complicados desde que es entrenador de la entidad portuguesa: primero por la exigencia del compromiso y segundo por el desarrollo de una primera mitad en la que el Sporting se impuso hasta tal punto que el 1-0 con el que se llegó al descanso se antojaba corto para los méritos contraídos por los lisboetas en el primer periodo. Perder por la mínima al llegar al intermedio daba una oportunidad aún al Oporto de enmendar sus errores en la reanudación.
Lopetegui, fiel al 4-3-3 y fiel a algo próximo a su once tipo, esta vez con la obligación de buscar sustituto al sancionado Maicon, motivo por el cual Iván Marcano acompañó a Martins Indi en el eje de la zaga. Casemiro, mediocentro posicional, estuvo acompañado por el joven talento luso Rúben Neves y por Héctor Herrera. Jackson Martínez, Ricardo Quaresma y Yacine Brahimi formaron la tripleta ofensiva. Una vez más, y es lo habitual en este Oporto, hubo más españoles en el banquillo que en el once titular: allí estaban Óliver Torres (recién recuperado de una lesión de hombro), Adrián, Cristian Tello y el guardameta Andrés Fernández.
La imagen del Sporting Clube de Portugal en el primer tiempo fue sensacional, fue extraordinaria gracias principalmente al aprovechamiento de dos recursos: la intensa presión en mediocampo y el productivo juego por los costados. Las incorporaciones de los laterales Cédric y Silva eran una constante, y de esa forma doblablan a André Carrillo y Nani. El extremo peruano y el extremo luso intercambiaron sus posiciones hacia el ecuador de la primera mitad y, en líneas generales, el futbolista cedido por el Manchester United completó un tramo muy bueno de partido. Destacó Nani, pero también lo hizo Joao Mario, el joven centrocampista internacional sub-21 con Portugal. A Joao Mario le correspondía el rol más adelantado de los tres medios del Sporting, siendo Adrien Silva y William Carvalho quienes se situaban unos metros por detrás. Estos tres vencieron ampliamente el primer capítulo de la batalla librada en la medular, y en igualdad numérica, con Casemiro, Neves y Herrera. Lopetegui recurrió a Óliver Torres para el segundo capítulo de esa batalla y el Oporto ganó presencia y capacidad para manejar el esférico con el extremeño sobre el césped.
Reaccionó pronto Julen Lopetegui a la hora de realizar modificaciones, tan pronto como que en el descanso hizo un doble cambio: Quaresma y Neves -realmente discretos ambos- dejaron su puesto a Tello y Óliver. El Oporto fue capaz de modificar el guion en la segunda mitad. Se sacó de encima la fuerte presión de los centrocampistas del Sporting, se adueñó del esférico y los laterales, especialmente Danilo, comenzaron a vivir en campo contrario y por momentos cerca del área rival. No es casualidad que el gol del empate lo encontrase el Oporto de esa forma: con una internada del lateral diestro brasileño hasta la línea de fondo. Su centro lo despejó y lo introdujo en su propia portería el zaguero francés Naby Sarr.
Lopetegui, además de optar por una doble sustitución en el descanso, agotó sus cambios a media hora del final, obligado por la lesión de Casemiro. Diego Reyes fue su sustituto: el central mexicano se situó como mediocentro.
'Donde está el balón, está Óliver', decía el narrador de la televisión portuguesa en los minutos finales. Con razón. El futbolista español, que reaparecía tras estar varias semanas de baja por una lesión de hombro, tuvo más peso en el juego del que previamente había tenido Rúben Neves y tanto él como Tello ayudaron a cambiar el rumbo del partido en su segunda mitad. El extremo catalán desborda, desequilibra y obtiene ventajas con bastante facilidad. Creció el Oporto gracias a Óliver, a Tello y a un Herrera que elevó sus prestaciones según transcurrió el partido.
Las decisivas actuaciones de los dos guardametas evitaron que el resultado fuese un 3-3, 4-2, 2-2 o similar. Numerosas fueron las intervenciones del brasileño Fabiano, sobre todo en el primer tiempo. Y dos muy brillantes tuvo el portero titular de la selección portuguesa: Rui Patricio alejó el peligro en un mano a mano con Jackson Martínez y posteriormente se lució al repeler un fabuloso derechazo de Héctor Herrera desde fuera del área.
Uno de esos partidos que ilustran el típico dicho de 'una parte para cada equipo': en este caso la primera para el Sporting y la segunda para los portistas. Y desde el sofá de casa, el Benfica esboza una pequeña sonrisa y comprueba que este fin de semana puede ampliar su ventaja al frente de la liga portuguesa.
