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Imagen subida por: dvdromero23
Rafael Nadal se clasificó para los cuartos de final del Open de Australia después de eliminar a Kevin Anderson, al que se impuso en tres mangas, yendo de menos a más en el partido. El balear, campeón en la edición de 2009, se cruzará ahora con Tomas Berdych.
Nadal se convirtió en el segundo tenista en pisar los cuartos de final del Open de Australia 2015 después de certificar su victoria ante el sudafricano Kevin Anderson con un marcador de 7-5, 6-1 y 6-4 en un choque disputado en la Rod Laver Arena.
Nadie había dicho que Kevin Anderson iba a ser un rival fácil. A diferencia de los tres adversarios anteriores, el sudafricano tiene servicio y solo con eso parte con la tranquilidad que puede alargar el desenlace de los partidos hasta el 'tie break'.
A Nadal le costó leer su servicio de Anderson, que se anotaba todos sus saques con relativa facilidad. Tuvo una punta de velocidad de 217 kilómetros por hora. Por eso cuando era él quien ponía en juego la pelota lo hacía con toda la presión del mundo. Fue el gigante de quien dispuso de la primera opción de 'break'. Era el quinto juego y el número 3 mundial pudo salvarla. Luego debería afrontar cinco más, empezando con un 0-40, en el undécimo asalto.
Anderson, de 2,03 metros de altura, sabía que allí estaba el primer set y estrelló contra la red lo que no había fallado antes. Por si eso fuera poco, el balear elevó la velocidad de su servicio para anotarse un salvador ace a 205 kilómetros por hora. Lograría otro punto directo de saque. Sin pensarlo se había asegurado, como mínimo, la muerte súbita. Y eso que solo había sumado un punto al resto.
El sudafricano, que optaba a ser el primer tenista de su país, desde Wayne Ferrreira en Australia 2003, en meterse en los cuartos de un 'Grand Slam', no aguantó la presión en la que Nadal se mueve como pez en el agua. Rafa dispuso de dos pelotas de set. Primero falló un pasante forzado de revés pero después aprovechó la altura de su advesario para lanzarle una pelota envenenada al cuerpo de la que Kevin no supo librarse.
El campeón de 14 grandes, después de verse perdido, vio la luz al final del túnel y puso ritmo de crucero. Pasó de sufrir con el saque a centrarse en restar los cañonazos que le llegab desde el otro lado de la red. La tensión estaba en los brazos del tenista de Johannesburgo, al que cada vez le costaba más agacharse para devolver el revés cortado de su temible rival.
Una rotura nada más empezar la segunda manga disparaba el marcador 3-0 para el balear. El calor de las jornadas precedentes había dado paso al frío y el viento. Rafa se desenvuelve de igual forma en cualquier hábitat. Y le gusta cómo pega Anderson, por eso entrena muchas veces con él cuando coinciden en el circuito.
Nadal espera en cuartos a Thomas Berdych, verdugo de Bernard Tomic por 6-2, 7-6(3) y 6-2. Los precedentes reflejan un 18 a 3 para el español, que ha decantado a su favor los últimos 17 partidos. Para encontrar la victoria más reciente del checo hay que remontarse a los cuartos del Masters 1.000 de Madrid en 2006.