El Everton se hunde en la orilla

Se deja remontar un 2-0 por el Arsenal.

Gol de Ramsey ante el Everton, que acortaba distancias en el marcador.

Gol de Ramsey que acortaba distancias.

Todos los pasos que dio el Everton durante el verano fueron hacia adelante. Ninguna cara nueva sorprendente (ni Besic, ni Atsu llegan para ser titulares o son estrellas de primer nivel) sino la confirmación de que el proyecto sigue edificándose. No fue mediante fichajes; se hizo mediante renovaciones. 'Quise firmar un nuevo contrato. Probablemente me retire aquí, no quiero irme a ningún otro sitio', decía Baines, cuya nueva vinculación con el club termina en 2018. 'En el pasado uno o dos jugadores se habrían ido este verano, pero eso no ha ocurrido'. 


Coleman y Stones siguieron su camino, ampliando hasta 2019 cada uno. Además, el Everton se quedó en propiedad a Barry y pagó los 28 millones que valía Lukaku. Tanto el primero como el segundo habían quedado tan encantados con el proyecto que les ofrecía Roberto Martínez que quisieron volver, esta vez para quedarse. El incentivo de jugar en Europa y seguir aspirando al tren que lleva a la Champions League fue más que suficiente para convencerlos de que yendo a Goodison Park iban a ser felices.

La visita del Arsenal, que venía de ganar en la primera jornada, era el primer reto del año: un competidor para los puestos de cabeza en liga. Los gunners han apostado fuerte para seguir optando al título y tanto Alexis como Chambers, dos compras veraniegas, pronto han entrado en el once titular. Hace unos meses, cuando los de Wenger visitaron al Everton, se encontraron con una novedad táctica que pilló a todos por sorpresa. Romelu Lukaku jugó de extremo derecho, atacando constantemente a Monreal, en lugar de hacerlo como delantero centro. 


Así marcó un golazo tras una galopada por la banda que todavía recuerdan los aficionados toffees. En esta ocasión, Roberto Martínez volvió a repetir el plan: el belga quedaba escorado en la derecha, con Naismith haciendo las veces de nueve, Coleman doblando por el carril diestro una y otra vez y Mirallas totalmente pegado a la banda izquierda. 'Necesito jugadores adaptables y flexibles desde un punto de vista táctico', explicaba el técnico español hace unos días, y eso es lo que ha conseguido de su plantilla, es decir, que pueda utilizar tanto un 4-4-3 como un 4-2-3-1 de forma totalmente natural.

Además, con ese sistema, tanto Arsenal como Everton estaban igualados en la batalla del centro del campo. Wenger tuvo que meter a Flamini por el lesionado Arteta para acompañar a Wilshere y Ramsey, mientras que Alexis jugó de delantero dejando a Giroud en el banquillo, con Oxlade y Özil en las bandas. El hecho de que el Arsenal tenga que jugar una vuelta europea contra el Besiktas condicionó algunas decisiones del técnico francés.

Por un momento hubo ciertas similitudes con el partido de la temporada pasada. El Everton dominaba el encuentro, tenía la pelota cuanto quería y salvo varios pequeños despistes no había problemas en campo propio. Pronto se puso por delante en el marcador con un gol de Coleman. Más tarde se produjo una jugada que terminó por concretar el paralelismo: Lukaku arrancó desde la banda derecha, como hace unos meses, se fue de dos, poco a poco se fue perfilando hacia el medio, como hace unos meses, y, justo cuando todo iba a ser idéntico, en lugar de disparar, como hace unos meses, le dejó un balón en profundidad a Naismith para que definiese ante Szczesny. 


Dos goles de ventaja antes del descanso y con una imagen de fortaleza muy necesaria tras el empate contra el Leicester en la primera jornada.

Wenger explicó que el motivo de no poner a Giroud de inicio y jugar con Alexis en punta fue porque, al contrario que la temporada pasada, este año el Arsenal tiene más atacantes y puede dosificarlos (es decir, el miércoles hay un partido contra el Besiktas que el Arsenal debe ganar para estar en la Champions League). 


Con el paso de los minutos, el Everton se vino abajo y las entradas de Cazorla y Joel Campbell, sumadas a la de Giroud en el descanso, terminaron por decantar de lado la balanza del dominio. Cuando los locales parecía que tenían el partido muy a favor, casi ganado, incluso a punto de cerrarlo en algún contragolpe, se encontraron con que aún quedaba demasiado tiempo.

Primero, una buena internada por la izquierda que terminó en un remate de Ramsey en el área pequeña. Después, justo al borde del 90, un cabezazo fabuloso de Giroud entre los dos centrales que se coló en la portería de Howard. Dos goles en menos de 10 minutos. El Arsenal sacó un empate de donde muy poco antes no tenía absolutamente nada. En cambio, el Everton, que veía el partido ganado, que podía resarcirse del empate en Leicester, que estaba venciendo a un rival directo en la tabla clasificatoria, dejó ir por segunda jornada consecutiva una victoria en el descuento.

  • ElMalvis
    Hace 9 años ElMalvis dice: EL EVERTON MERECIÓ EL TRIUNFO, éstas cosas pasan, pero creo que éste año el Everton puede, el final, clasificarse para la Champion's.............. ...
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