Un estreno de película

La eliminatoria de Champions llegará viva a San Mamés. El próximo miércoles 27 de agosto será una fecha única en la historia del Athletic: la primera vez que el equipo jugará con las cuatro tribunas levantadas en su nuevo campo. El estreno no podría tener mayor trascendencia al estar en juego la clasificación para la fase de grupos de la Liga de Campeones.

El 1-1 de San Paolo, uno de los estadios más calientes del continente, dejará para la vuelta el reparto del billete para el torneo de mayor trascendencia mundial. El estadio napolitano recibió al Athletic como si se tratase de un coliseo (en las redes sociales circuló una imagen de Higuaín vestido como gladiador) y el público bilbaíno tendrá la oportunidad de mostrar sus credenciales.

Los 44.117 socios de la entidad tendrán acceso libre, puesto que la directiva de Urrutia ha decidido incluir el partido en la cuota de la temporada pese a que estaba habilitada para cobrar por ello al estar fuera de la especificación del abono anual. El gesto será agradecido por los socios más antiguos, acostumbrados a pagar y muchos de ellos desplazados el pasado curso a causa de las obras, y también por los barria, que tras conseguir su condición de socio con asiento reciben un premio por su compromiso con sus colores.

El 5% es para el Nápoles
El calor de los socios está garantizado. Se supone que con la misma intensidad que el público en general, que por vez primera en mucho tiempo volverá a hacer cola en las taquillas. El nuevo San Mamés tiene capacidad para 53.300 espectadores aunque hasta el próximo marzo, cuando estén acondicionados los palcos vip y las butacas premium, estará cerca de los 51.000 asientos. Volverán a dispensarse entradas y está garantizado que el espectacular recinto rojiblanco se convertirá en un horno de pasión.

La normativa UEFA obliga al equipo local a ceder el 5% de su aforo al conjunto visitante, así que el Athletic enviará a Nápoles alrededor de 2.500 entradas. Ahora bien, que nadie piense que tendrán el módico precio de los 10 euros que costó el partido de ida a los seguidores del Athletic en la ciudad italiana. Es un partido de ver y que muchos pagarían por estar. El reloj ha iniciado la cuenta atrás para un estreno que será algo más que una puesta de largo.