Brazalete rojiblanco

Si hay un jugador que puede ser la imagen del Alcorcón, que mañana se medirá al Athletic, ese no es otro que Rubén Sanz. Nacido en Valladolid hace 30 años, el capitán del conjunto alfarero se ha convertido en un auténtico estandarte para la afición, ya que cumple su octava temporada vistiendo de amarillo.

Se trata de un centrocampista todoterreno que llegó desde el Langreo, aunque se formó como futbolista en las categorías inferiores del conjunto de su localidad natal, donde no llegó a debutar con los 'mayores'. "Jugué tres años en el Valladolid B, pero no me dieron la oportunidad de subir al primer equipo, así que tuve que irme fuera para seguir mi carrera", explica el jugador castellano.

Durante estas campañas en el equipo madrileño, Rubén Sanz ha vivido de todo, desde temporadas en las que tuvieron que luchar por no bajar hasta años tan exitosos como el pasado, en el que eliminaron al Real Madrid de la Copa tras la ya mítica victoria por 4-0 en el campo de Santo Domingo y lograron el ascenso a Segunda por vez primera en la historia del club. El medio pucelano reconoce que llevan "dos años muy buenos. El año pasado, con la Copa y el ascenso a Segunda, fue un paso importante para seguir creciendo".

El denominado 'Alcorconazo' les proporcionó desde hace un año una popularidad enorme. "La gente tiene más en cuenta que somos los que le metimos cuatro al Madrid que los que estamos en Segunda División. La repercusión que tuvo esa eliminatoria y aquel partido en concreto fue muy grande, pero nosotros sabemos que lo verdaderamente importante fue conseguir el ascenso a Segunda".

Rubén es consciente de que la campanada ante los merengues supuso una gran inyección moral para el vestuario del Alcorcón. "A partir de aquella eliminatoria los equipos venían a nuestro campo con un poco más de respeto. Además, a nivel de confianza, para nosotros mismos, nos ayudó demostrar que podíamos ganar a cualquier equipo".

Ahora les toca adaptarse al fútbol de Segunda para no pasar apuros clasificatorios. El capitán alfarero asegura que se nota el salto de categoría: "Hay más calidad en los equipos. No hemos empezado mal, pero sabemos que va a ser un año muy complicado, aunque tenemos mucha ilusión por hacerlo bien".

Lo más curioso en la biografía de Rubén Sanz es que es seguidor del Athletic "desde niño. Mi padre también era seguidor del equipo bilbaíno y entre lo que me contó él y lo que me fue gustando a mí me hice hincha muy pronto".

Por eso, esta eliminatoria ante los leones es aún más especial para el '8' del Alcorcón, que no duda en afirmar que "antes del sorteo ya veía como algo muy bonito jugar contra el Athletic. Después, hemos tenido la suerte de que nos ha tocado y ahora toca disfrutarlo".

A pesar de la diferencia de categoría, Rubén avisa que no regalarán nada mañana en el choque de ida: "Sabemos que vendrán fuertes, ya que el Athletic tiene muchas expectativas puestas en esta competición. Y aunque será muy complicado, vamos a dar todo para ponérselo difícil".

De todas formas y pese al atractivo del doble enfrentamiento con los de Caparrós, el medio alcorconero adelanta que tienen los cinco sentidos puestos en el campeonato de la regularidad, donde de verdad deben dar del do de pecho. "Para nosotros, lo más importante es la Liga y más este año, con el objetivo de mantenernos. Aunque tampoco vamos a tirar la Copa, una competicion muy bonita".