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La Brasil de Robinho ante Paraguay.

Róbson de Souza 'Robinho'.

Róbson de Souza 'Robinho'

Brasil llega al duelo de Cuartos de Final contra Paraguay en su mejor momento en esta Copa América. Esta afirmación encierra una paradoja tan imprevisible sobre el papel como apreciable sobre el césped durante el Brasil-Venezuela: la canarinha ha mejorado tras la sanción a Neymar, que no podrá jugar más en lo que queda de torneo. Ahora bien, la mejoría de Brasil no ha sido por perder a Neymar. La mejoría no está ligada directamente a la salida de uno de los mejores jugadores del mundo; un activo que muchos querrían tener. Se ha debido a la actitud de su sustituto. En una Brasil de Dunga en la que los centrocampistas se inspiran en el referente ofensivo y lo imitan, la voluntad de trabajar para el colectivo de Robinho hizo que su entrada en el equipo no fuese un decepcionante viaje atrás en el tiempo sino un motivo para la esperanza de cara al futuro. Róbson de Souza entró en el mismo lugar y con el mismo rol que Neymar. Fue falso nueve y trató de fomentar la movilidad y el ataque brasileños. Pero a diferencia del azulgrana, Robinho -que a sus 31 años está haciendo un buen año en Santos- no se movía de forma imprevisible para destrozar líneas rivales y marcar las diferencias. Ni se lo planteó, porque eso lo pueden hacer muy pocos agraciados en el fútbol de nuestros días. En lugar de eso, se movió con su clásica pillería, se ofreció y asistió para que los centrocampistas lo imitasen en ataques posicionales más realistas y más humanos. Eran ataques menos extraordinarios pero por ello más efectivos, algo comprensible después de la exagerada Neymarización de Brasil ante Colombia. Sin tener la presión de tener que imitar la forma de atacar de un jugador extraordinario, los centrocampistas brasileños pudieron ser ellos mismos, y más al imitar a un atacante más 'normal'.

A partir de Robinho, apareció el mejor Willian. A partir de Robinho, apareció el mejor Coutinho. Y con Robinho, Dani Alves continuó su progresión de más a mucho más en esta Copa América. Es por ello que la Paraguay de Ramón Díaz, que tiene dos bajas significativas, no va a enfrentarse a una Brasil alicaída en lo futbolístico y en lo moral tras perder a Neymar. Su rival ha cambiado en esta Copa, con lo que sus intentos para frenarlo y batirlo deben estar a la altura de uno de los 4 mejores equipos de América si la Albirroja quiere estar en las Semifinales de la próxima semana. El contexto no se parece en absoluto al de este mismo duelo en esta misma ronda hace 4 años. Brasil llega al partido preparada para vengarse tras la eliminación en Argentina en una desafinada tanda de penaltis.

EL EFECTO ROBINHO SIN ORTIGOZA NI ORTIZ.

Los ofrecimientos de Robinho incitan a que Willian y Coutinho sean dañinos por su movilidad y su desborde natural en los tres cuartos de cancha, lo cual es perjudicial para Paraguay. Más si cabe para la Paraguay de estos Cuartos de Final, que no va a poder contar con dos mediocentros de trabajo y capacidad destructiva como Néstor Ortigoza y Richard Ortiz. El de San Lorenzo causa baja para el partido por una lesión muscular en la cara posterior del muslo izquierdo producida en el partido ante Uruguay, mientras que el nuevo jugador de Dorados está sancionado por acumulación de amonestaciones. Esas ausencias son importantes para Ramón Díaz, que pierde a efectivos clave y al que se le hace algo más difícil mantener la esencia de Paraguay en esta Copa América: al menos 3 delanteros sobre la cancha (2 sacrificados en las bandas) y al menos 2 mediocentros puros para evitar la construcción del oponente. Solo está disponible uno de los mediocentros titulares de la selección guaraní: Víctor Cáceres. Siguiendo la lógica de Díaz, lo previsible sería que Osmar Molinas, titular ante Uruguay, fuese su acompañante en un doble pivote que no debe descuidarse ante unos rivales que llegan a este partido en su mejor momento del mes.

Los más amenazadores para el tándem de la medular son los brasileños que, aun partiendo en los flancos, atacan por dentro siguiendo a Robinho: los ya citados Willian y Coutinho. Roberto Firmino, que probablemente repetirá como mediapunta titular, no supone tanta amenaza en esta Brasil, pues su activación no ha dependido hasta ahora ni del blue ni del red sino de un Elias que no puede permitirse aparecer en campo contrario por la debilidad de Fernandinho, ancla brasileña en detrimento de otros pivotes. Pese a este factor y pese a que la vigilancia de Robinho recae principalmente en Pablo Aguilar y en Paulo da Silva, compenetrada pareja de centrales, 'D10 Paraguay' y 'Última Hora' barajan que no sea Molinas sino Eduardo Aranda quien juegue junto al 'Topo' Cáceres. Esta opción sería muy ofensiva para lo que ha sido la Albirroja en lo que va de Copa América. Podría convertir a Willian, titular en el sector izquierdo de la defensa paraguaya, en el mejor jugador del partido. Pero también podría evidenciar a Fernandinho en el poco previsible caso de que Paraguay propusiese o manejase el partido ante Brasil. No parece la opción más cauta para un partido con tanta trascendencia como el de Cuartos de Final, pero Ramón Díaz ha entrenado con Aranda y no es descartable su entrada en la noche de Concepción.

ESTIRARSE ANTE BRÁSIL.

Paraguay lleva siendo unos cuantos años un equipo que se impone a partir de una buena fase defensiva. Tiene orden, tiene repliegue, tiene presión y, una vez garantizada la solidez sin balón, tiene contragolpe y juego directo cuando lo recupera. Por ello, aunque nominalmente Díaz ha jugado con 3 y hasta con 4 delanteros a la vez en los partidos de esta Copa América, arietes como Raúl Bobadilla, Édgar Benítez o el mismo Nelson Haedo Valdez se han hecho valer también por sus apoyos defensivos en los costados. El preparador de la Albirroja los coloca en banda porque, pese a que su desgaste defensivo es mayor, la identidad del equipo hace que vean natural retroceder para ayudar y su identidad personal les permite ser peligrosos cuando se pisa el área rival. Sin embargo, a Paraguay le ha costado pisarla en esta Copa América. Las veces que más y mejor lo ha conseguido ha sido gracias a dos jugadores más técnicos y creativos, diferentes a ese estilo solidario y defensivo de la selección guaraní. Uno de ellos es Derlis González, que agitó el partido ante Argentina e inició el camino hacia la remontada (2-2). El otro es Édgar Benítez, que aun siendo delantero adaptado a la banda, demostró saber ejercer de volante y proponer ataques diferentes al juego directo ante Uruguay. Sus titularidades, previstas tras los últimos entrenamientos, darían argumentos ofensivos a Paraguay. Pero sus entradas en el once ante la actual Brasil suponen determinados peajes para Ramón Díaz.

En la banda derecha del ataque guaraní, Derlis tendría problemas para avanzar tras sus recepciones, pues Coutinho mostró una solidaridad y un trabajo defensivo tan efectivo como inesperado ante Venezuela. A mayores, el joven trequartista del FC Basel tendría que escapar de Filipe Luís, el lateral que menos ataca en la Brasil de esta Copa América y, por ende, el más defensivo (porque Brasil usa un falso '9' y no atiende tanto a centros). En el caso de que o bien en lateral del Chelsea o bien el volante del Liverpool le robasen la pelota a Derlis, la canarinha tendría ventaja en ese costado y dispondría de espacio por dentro para dañar si, por ejemplo, Willian o Firmino habilitan línea de pase como consecuencia del robo y se ubican en la zona de Víctor Cáceres. En la banda izquierda del ataque paraguayo, Édgar Benítez tendría que moverse en los dominios de Willian y de Dani Alves. Del primero es bien sabido que su capacidad y su cultura defensivas han crecido sobremanera tras unos años trabajando junto a José Mourinho. Y el segundo ha de ser temido por Paraguay en cualquier contexto, pues está siendo el jugador más regular y eficaz de Brasil en la Copa América por sus centros, su retorno y su capacidad de frenar a los atacantes rivales. Aunque tácticamente sería beneficioso para Paraguay que Benítez recibiese en zona de Fernandinho por la fragilidad mostrada por el citizen en esta Copa, esa situación parece ser, de antemano, muy complicada de conseguir. Miranda y Thiago Silva, zagueros brasileños, así como Elias o el propio Alves, podrían paliar el problema que eso le generaría a la canarinha con ayudas y, a partir de ahí, atacar el arco de Justo Villar. Parece más viable que Paraguay coloque a Valdez y a Bobadilla en los costados como ante Argentina y que sean Roque Santa Cruz y un Lucas Barrios finalmente no lesionado los que actúen como referentes ofensivos.

Una actitud conservadora en un partido de eliminatorias de Copa América tiene más opciones de ser premiada que en otra competición de similar naturaleza. En el mayor torneo de selecciones de la zona CONMEBOL no hay prórrogas, con lo que los repliegues intensos pueden propiciar empates a resolver directamente desde los once metros. Eso ocurrió en 2011, cuando una Brasil no muy convincente tuvo que disputar una tanda de penaltis en Cuartos de Final ante la Paraguay de Gerardo 'el Tata' Martino. La canarinha no anotó ninguno, Paraguay avanzó con dos aciertos y la Albirroja acabó siendo subcampeona. Dunga, Robinho, Willian, Coutinho, Alves y compañía no quieren que se repita, pero Paraguay confía en que su seleccionado se lo ponga igual de difícil que hace 4 años. El renovado Estadio Municipal de Concepción será la sede donde Brasil intentará que no se repita la historia aun con la ausencia de Neymar.

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