Boca, la felicidad de Carlitos.

Jugaba en Boca Juniors, era una promesa del fútbol sudamericano, acababa de cumplir 20 años, era febrero del año 2004 y Carlos Tévez apuntó en una entrevista con TyC Sports una frase que ayuda a comprender lo que acaba de suceder: 'Mi felicidad es Boca'.

Carlos Tévez en 2004: 'Le dije que no al Bayern por millones de dólares. ¿Te imaginas si yo me los llevo a mi padre y a mi madre a Alemania? Se me mueren. Dije: no, me quedo en Argentina. Si ellos están bien acá, ¿para qué irme yo? Yo estoy bien acá. 3 ó 4 millones a mi no me importan, yo quiero que mi viejo y mi vieja estén bien. Si ellos están bien, yo voy a estar bien. Mi felicidad es Boca.'

Se crió en Boca Juniors, conquistó el Brasileirao con el Corinthians, salvó al West Ham del descenso, celebró la Champions League con el Manchester United, fue máximo goleador de la liga inglesa con el Manchester City, lo ganó casi todo con la Juventus y ahora vuelve a su casa, a su ciudad, a su club, con su gente. Boca es su felicidad.

Ha dibujado un recorrido singular en su trayectoria futbolística. Y en un fútbol moderno que vive más del dinero, de los títulos y del prestigio que del sentimiento, la decisión de Tévez, a ojos del 'fútbol europeo', no es la más fácil de entender. En el mejor momento de su carrera, en sus días de mayor madurez y rendimiento continuado sobre el césped, siendo uno de los futbolistas más destacados de la actualidad, 'Carlitos' toma la decisión de alejarse de los focos mediáticos del continente europeo y de la Champions League para regresar a La Bombonera, desestimando proposiciones como la del Atlético de Madrid o el Paris Saint-Germain. A sus 31 años y con la sensación de que aún puede ofrecer varias campañas a un nivel muy alto.

Por su estado de forma actual, Tévez puede causar pavor entre los defensas rivales del fútbol argentino o sudamericano. Que un futbolista de su categoría, en su plenitud física, forme parte del campeonato argentino es algo inusual en una época en la que quien destaca mínimamente con 18, 19 ó 20 años pronto hace las maletas rumbo a Europa. En el siglo XXI, lo único parecido que se ha vivido en la liga argentina fue la vuelta de Juan Román Riquelme, con 28 años, a Boca Juniors en 2007 -ganaron la Copa Libertadores ese mismo año con Román como figura- tras sus problemas con el Villarreal.

La liga italiana pierde seguramente a su mejor jugador de la edición 2014/15 de la Serie A y al más desequilibrante mientras estuvo en Italia. Aterrizó en Turín durante el verano de 2013, con la Juventus como vía de escape a esos grises días que vivió en sus últimos meses en Manchester. Se peleó con Roberto Mancini, estuvo medio año apartado del equipo y él mismo ha admitido que 'se planteó dejar el fútbol'. La 'Vecchia Signora' desembolsó 9 millones de euros más 3 variables por una pieza, la de un delantero de primer nivel, que necesitaba la entidad turinesa para dar un salto cualitativo. Lo consiguieron. Tévez fue determinante tanto a las órdenes de Antonio Conte como con Massimiliano Allegri. Se sintió a gusto en el club, y el club se sintió a gusto con él. Hubo sintonía, hubo química entre ambos. Tanto es así que cuando el ariete argentino trasladó a los dirigentes bianconeros a mitad de temporada su intención de regresar a Boca Juniors en junio, se encontró con más facilidades que obstáculos.

Las claves de la relación entre la Vecchia Signora y el futbolista en este asunto fueron dos. La Juventus respetaría la voluntad del jugador si seguía firme en su proyecto de pisar Buenos Aires en junio/julio. Y la Juve trataría en los meses finales del curso de convencer al futbolista para que siguiese un año más en Turín, siguiendo la premisa de que Boca Juniors siempre estaría esperando.

La Juventus ha cumplido su palabra con el dorsal número 10 de su equipo, acepta su voluntad, su deseo de volver a La Bombonera y prepara un futuro sin Tévez en su delantera. Un futuro para el que ya ha invertido 32 millones de euros por Dybala y 19 por Mandzukic, un futuro que cuenta con un papel muy protagonista para Álvaro Morata y un futuro que de uno u otro modo incluye a Simone Zaza y Domenico Berardi.

El fútbol del 'Apache' está de vuelta en Buenos Aires para que disfruten de él los aficionados xeneizes. Cuando la liga argentina se reanude tras la Copa América, Carlitos Tévez estará ahí para enfundarse la elástica de Boca Juniors tras una década lejos de casa. Será especialmente feliz. Y hará feliz a la hinchada de Boca ese día.