Barça Regal vuelve a encender la hoguera de los títulos (85-69)

¡El F.C. Barcelona Regal es el campeón de la Copa del Rey de Vitoria-Gasteiz 2013! El equipo blaugrana conquista su 23º título al imponerse al Valencia Basket por 85-69. 14 puntos para Pete Mickeal. S.M. El Rey Don Juan Carlos presidió la final

Pete Mickeal MVP de la Copa del Rey
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Otra vez lo han vuelto a hacer. Como en 2007, el FC Barcelona Regal conquistó al Copa del Rey tras sufrir para entrar en el torneo. Un torneo en el que supo eliminar a los dos primeros de la competición en unos cuartos y unas semifinales realmente difíciles para deshacerse, por 85-69, de un combativo Valencia Basket en la gran final.

El cuadro blaugrana tuvo más dificultades de las que indica el marcador final. Pese al gran inicio de Sada (14-6, m.6), el Valencia Basket se reenganchó al partido gracias a la defensa y, con un par de triples de Markovic y una canasta de Ribas, metió miedo (21-26, m.14) en el cuerpo de un Barça Regal que volvió a respirar merced de la inspiración de Huertas (36-33, D).

En el tercer cuarto, los mates de Jawai prendieron la mecha de un Barça Regal cuyo impulso le llevó a coger la máxima (52-39, m.26), si bien el orgullo del Valencia BC retrasó el despegue definitivo del Barça Regal. Este empezó a gestarse con 5 puntos del MVP Orange Mickeal antes de que acabase el tercer cuarto (61-50), y con un 7-0 en el último (70-57, m.34) que acabaron con el partido.

De esa forma, el Barça Regal enciende la hoguera que mejor conoce, la de los títulos -¡lleva 23 en Copa!- para quemar, de una sola vez, todos los momentos complicados vividos antes de febrero. Parecen tan lejanos?

Un grito para contagiar a todos

Nunca fue un hombre de números. Mil veces decisivo sin necesidad de hacer estallar la estadística. En 15 partidos de Copa, su tope anotador era de 7 puntos? los mismos que consiguió en un arranque rutilante para guiar a un FC Barcelona Regal que hizo conocer al Valencia Basket una nueva situación.

Tras arrollar a Asefa Estudiantes y Herbalife Gran Canaria, después de mandar durante los últimos 72 minutos coperos, cual rodillo, cual TAU 2006, Víctor les dijo a las primeras de cambio que este partido no tendría nada que ver con cuartos y semifinales. La tercera personal de Lishchuk en menos de cuatro minutos (7-6) allanaba el camino. Víctor estaba en todas las partes. De repente le robaba un rebote a todos los pívots rivales y aprovechaba para anotar. Más tarde, convertía un triple para abrir la brecha hasta los 8 puntos (14-6, m.6).

?Nosotros tenemos una forma de jugar que les incomoda?, dijo San Miguel horas antes del partido. A pesar del gris inicio, no estaba equivocado el base. El FC Barcelona, más allá del explosivo Sada y la constancia de Mickeal, tenía problemas para encontrar el aro y se contagiaba del ritmo de su rival. Los suplentes del Valencia BC, con Faverani a la cabeza, le daban un aire nuevo al equipo y, en pleno carrusel de personales y tiros libres, neutralizaron el primer intento de escapada barcelonista (15-11, m.7).

Más tarde, un tapón de Faverani en un contraataque de Oleson, el segundo del hispanobrasileño, celebrado con un ?Vamos? que se tuvo que escuchar fuera del Buesa Arena, le dio al equipo de Perasovic el impulso que necesitaba para entrar en el partido. El propio pívot, tras fallar dos tiros libres, se jugaba con valentía un triple que entraba y, a continuación, Markovic ponía por primera vez al Valencia BC por delante en el marcador (17-18, m.9). Lo intentó evitar antes del bocinazo final Jawai, que se encontró con los brazos de Pietrus y de toda una afición que gritaba y gritaba orgullosa con los suyos. La primera batalla estaba ganada.

Las llamas de Huertas

Es como si Florent hubiera escrito, con ese tapón final, un cartel en el aro taronja. ?Esta es nuestra defensa? lo vais a tener complicado?. Y no iba desencaminado. La lluvia de triples inicial del segundo cuarto ?otro de Markovic, uno de Huertas y la respuesta de Martínez- beneficiaba al equipo de Valencia, que con una brillante canasta a aro pasado de Pau Ribas ponía la máxima (21-26, m.14) en el luminoso.

El Barça Regal tenía que hacer algo. Por momento empezaba a sentir los síntomas de la anestestia que ya probaron estudiantiles y amarillos. Presionadas sus líneas de pase, Navarro con -7 de valoración, con problemas serios para sumar buenos porcentajes de tiro y frente a un equipo que, tras el desconcierto inicial, se había creído perfectamente que podía ser campeón.

En esas, apareció Huertas para expandir su magia. El otro día, le preguntaron si atraviesa uno de sus mejores momentos en el Barça Regal y él sonrió. Su cara contradecía su respuesta, mucho más moderada. Triples heroicos finales a un lado, este Marcelinho es el que contrató el Barça Regal. En sus manos nació la remontada. Le regaló una canasta a Tomic antes de soltar una bomba. A continuación, conexión con su mejor aliado para los alley-oops, Jawai y otro pase en la siguiente jugada al australiano para que, con su mate, los de Pascual volvieran a adelantarse (29-28, m.17).

Pau Ribas intentó enfríar el gran momento de Marce, pero cuando uno quema tanto, el hielo se convierte en vapor. Un triple de Wallace fue replicado a continuación por un gran mate de Faverani, que voló para aterrizar a una mano, aunque las llamas de Huertas volvieron a resurgir para el cerrar la primera mitad con canasta tras dribling (36-33).

El crochet de Oleson

Nathan Jawai podría haberse convertido en un fino especialista exterior de estilo balcánico, en un pívot que repartiera juego o en un penetrador con toque de playground. Pero cuando mides 2,09 y pesas 140 kilos, eso de colgarse cada vez que te llega un balón no parece mala idea. El jugador con mejor porcentaje en tiros de 2 en toda la Liga Endesa (¡70%!) dio la bienvenida al tercer cuarto machacando y alejó a su equipo al minuto siguiente con otro mate más adicional (41-33, m.23).

El Valencia Basket descuidó la defensa y Tomic y Lorbek tomaron el testigo de los pívots. Pocos aprovechan mejor las concesiones. Cinco puntos seguidos de Tomic estiraban la renta hasta los 9 puntos (48-39) antes de que Oleson asestase su particular crochet en el mentón del partido. Primero penetró con acierto. A continuación, taponó al mismísimo Doellman, Sada, en el aire, palmeó el balón como si jugara al voleibol y la bola llegó otra vez a las manos de quien más lo merecía, un Oleson que se colgó para estirar la máxima hasta los 13: 52-39 (m.26).

Parecía uno de esos instantes en los que uno sabe que el partido no va a quedar así. O se escapaba el Barça Regal definitivamente, convirtiendo triunfo en exhibición, o el Valencia Basket sacaba las uñas y recuperaba las constantes vitales. Pietrus marcó la opción B. Dubljevic le apoyó, con un triple que puso en pie al banquillo valenciano (54-46, m.28) y Rafa Martínez consumó el 2-9 de parcial desde el tiro libre.

El choque entraba en una fase algo más oscura, con un intercambio de puntos desde el tiro libre que no contentaba a ninguno hasta que Mickeal, con 5 puntos consecutivos, parecía contener la reacción levantina. El triple de Doellman para cerrar el periodo (61-53) demostraba que no era así.

La hoguera de los títulos

En esta misma pista, más pequeña entonces, menos bonita que ahora también, el FC Barcelona protagonizó en 2002 uno de las finales más inolvidables de toda la historia copera, aquella contra el TAU Cerámica que Bennett decidió a falta de pocos segundos. El tiempo pasa, la memoria aguanta. Y nunca es tarde para sacar una espina.

Pau Ribas acercaba por última vez al Valencia Basket (63-57, m.32) antes de que entre Oleson y Lorbek se encargasen de destruir lo que quedaba de choque con un 7-0 logrado entre ambos (70-57, m.34). ?Quiero empezar esta etapa con un título?, confesaba Oleson antes de la final. Él, que jugaba su primera tras tres eliminaciones amargas en semis seguidas. Él, que parecía llevar jugando en el sistema Pascual desde hacía meses, o años. Él, que se tiró en una misma jugada hasta dos veces al suelo a por el balón hasta acabar robándolo.

¿En qué momento pensó el Valencia Basket que había perdido la final? Probablemente en ninguno. Perasovic contruyó una mentalidad absolutamente ganadora que transformó a un equipo que venía de perder 4 partidos seguidos en un rodillo en Copa simplemente creado para levantar el título. Lo creyó Markovic cuando puso por última vez a 10 a su equipo (72-62) a falta de cuatro minutos y lo creyó Faverani con otros dos encestes consecutivos para estirar la esperanza un poco más (75-64, m.38). Hasta ahí llegó la apuesta taronja.

Tuvo competencia Pete Mickeal. Navarro fue el héroe de semifinales, en búsqueda de un MVP Orange que no llega ?y qué importa, mientras siga sumando Copas pensará, con su sexta en la mano-, Tomic fue una garantía, una constante. Lorbek volvió a jugar sus mejores minutos en el cuarto final y Huertas había manejado el partido a su antojo. Pero pocos fueron tan genialmente regulares como Mickeal, aquel que olvidó perder.

Como aquel equipo de los Basile, Lakovic, Trias, Vázquez, Navarro, Kakiouzis, De la Fuente y Grimau que tocó el cielo tras sellar antes el pasaporte en el infierno. Con el espíritu de 2007 para volver a demostrar que, cuando se habla de Copa, puede pasar de todo. Que cuando se habla del Barça, puede pasar de todo.

Cuando el bocinazo final sonó, con 85-69, el FC Barcelona Regal cogió el recuerdo de la última final en Sant Jordi, las críticas, las dudas, los números para entrar en la Copa, el patinazo frente al Asefa Estudiantes, la irregularidad, las lesiones de Navarro y los malos momentos. Los juntó, uno a uno, y los tiró a la hoguera. A la hoguera de los títulos.

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