Mañana se cumple un año del debut de Luis Suárez con la camiseta del Barcelona. Fue el 25 de octubre del 2014 en el Santiago Bernabéu tras cumplir una sanción impuesta por la FIFA por morder a Giorgio Chiellini en el Mundial de Brasil. El uruguayo no sólo se perdió los primeros once encuentros del club azulgrana (ocho de Liga y tres de Champions) sino que se le prohibió pisar cualquier recinto deportivo incluso para entrenarse. Un calvario que soportó estoicamente y que le ha servido para crecer y madurar.
Antes el Barcelona había desembolsado 81,2 millones de euros, convirtiendo al delantero en el fichaje más caro de la historia y en el segundo futbolista que llegaba procedente del Liverpool, tras Mascherano. Era una inversión arriesgada y faraónica pero los números han acallado cualquier debate. El rendimiento de Suárez está por encima de cualquier duda, aunque le costó arrancar y tardó un mes en anotar su primer gol (ante el Apoel en la Champions).
Tuvo que lidiar con las críticas que le pedían más acierto de cara a puerta. Incluso Luis Enrique tuvo que salir a defenderle. ?Fallamos todos, no solo Luis Suárez. Todos los jugadores y los entrenadores fallamos en un partido. Creo que Luis puede tener grandes números aunque juegue con Messi y Neymar al lado, lo veremos seguro. No me preocupa. Nos aporta muchas cosas y estamos encantados con su rendimiento. Nos preocupa ganar, no quién marque. Está perfectamente integrado en el día a día del equipo, no hay ningún aspecto en el que nos preocupe, seguro que marcará goles?, explicó durante una crisis anotadora del charrúa.
Fue un espejismo. Al final vio recompensada su entrega y lucha. Las asistencias y la presión a la defensa rival eran una constante que se han visto adornadas por su poder anotador. 32 goles en 56 partidos. De hecho es el segundo jugador que más goles ha anotado en estos últimos doce meses en la Champions, con nueve. Sólo superado por Cristiano Ronaldo (12), ha marcado más tantos que Messi o Neymar (ambos con ocho).
Suárez acabó de meterse al Camp Nou en el bolsillo gracias a uno de los goles más deseados. Marcar al Real Madrid es sinónimo de bienaventuranza entre la parroquia culé. Yel uruguayo lo hizo en el Clásico anotando el tanto del triunfo. El atacante bajó un pase abombado de Dani Alves y superó a Casillas con un chute cruzado. El Camp Nou coreó su nombre.
La punta del tridente.
El enlace de Suárez con el gol era cuestión sólo de tiempo porque el flirteo era constante y la calidad venía de serie. Nou era extraño por tanto, que en cuento las piezas del tridente comenzaron a engranarse los goles fueron cayendo a pares. Messi, Neymar y el charrúa constituían una de las mejores delanteras del mundo y la imagen plástica de su significado se produjo el 10 de diciembre en un partido que pudo ver toda Europa. Por algo el escenario era la Champions League y el rival un equipo de empaque: el PSG. Fue el primer partido en que marcaron los tres. Y no fue el último. El Elche, el Atlético de Madrid, el Athletic, el Levante, el Getafe o el Córdoba también lo sufrieron en sus carnes.
El éxito de Suárez, en buena parte, no se entendería sin su entente con Messi y Neymar. El uruguayo entró con buen pie en el vestuario culé, trabajando para el argentino en los partidos, con un trabajo oscuro y sacrificado que la Pulga le supo corresponder como un César levantando el pulgar hacia el cielo. El cambio de sistema y el ajuste de las piezas también le ayudó cuando Luis Enrique entendió que rendiría mejor jugando por el centro que escorado en la banda.
Gerard Piqué, que es tan buen analista de la situación de un vestuario como rocoso en el centro de la zaga, dio con la tecla cuando aseguró que ?nunca he visto una relación como la que hay entre Luis Suárez, Neymar y Messi. Estamos hablando de tres de los mejores jugadores del mundo. Cuando eres futbolista siempre va de la mano que eres algo egoísta pero estos tres tienen una relación en la que se entienden a la perfección, no hay celos entre ellos y creo que queda patente sobre el campo?.
Goles trascendentes.
Al margen de su calidad y del trabajo que aporta en cada partido sus goles tienen un plus por la importancia que conllevan, ya que habitualmente significan puntos. Sin olvidar el que le marcó al Real Madrid la pasada temporada o el de la final de la Champions League ante la Juventus que deshacía el empate (Neymar marcó el tercero en la prolongación), en la presente campaña ha anotado siete goles, siendo sólo uno intrascendente.
Empezó ante el Sevilla (5-4) en la Supercopa de Europa contribuyendo a que el Barça ganara el primer título de la temporada. Fue decisivo en San Mamés (0-1), en el debut liguero, con un tanto que significó tres puntos y ante Las Palmas (2-1) anotó los dos goles. En Champions también ha sido decisivo y cuatro de los siete puntos que ha conseguido el Barça se le pueden atribuir al uruguayo. En Roma (1-1) fue suyo el gol azulgrana y ante el Leverkusen (2-1) anotó el del triunfo.
